He hablado antes del toro cuajado al que se enfrentaban José y Juan. En efecto, en las ferias importantes lidiaban los toros más difíciles; en otras de menor importancia, por supuesto, se aliviarían algo. Para ser figura del toreo, entonces, había que prodigarse mucho ante los públicos exigentes y torear buen número de corridas (quizá el cincuenta por ciento) de las más duras: Miura, Pablo Romero...(...) Era cuestión de ética profesional. Hoy , desde luego, no sucede esoMarcial Lalanda (La Tauromaquia de Marcial Lalanda , Andrés Amorós)
martes, septiembre 17, 2013
Una cuestión de ética profesional
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