En cualquier plaza de cualquier categoría, de capital o de provincia, Perera hubiera cortado sin discusión alguna las dos orejas. En Madrid también. Pero en Alicante no. Porque Alicante sufre como presidente a uno que ejerce como Manolito Gafotas. El mismo que hurtó años atrás dos Puertas Grande a El Juli o el que provocó que Morante se mofara de él la temporada pasada ofreciéndole unas gafas.(...)
Incomprensible que un perturbado taurino, cuyo criterio es inversamente proporcional a su protagonismo, aún siga subiendo al palco. Lamentable.José Miguel Arruego en Mundo...
Ya ven la que montan por un despojo en Alicante....
De traca
Nota: ahora a esperar a los del mantra del "respeto"
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