en la plaza de toros de las Ventas se viene observando desde hace tiempo falta de criterios, uniformes, como conceptos, que debiera tener grabado a “sangre y fuego”, de la que algunos dan en llamar la primera plaza del mundo, título que otrora ostentó con merecimiento, independientemente de modas y modos, público que se siente en el tendido y presidencias que se ocupen las labores propias que les encomienda el reglamento, que fundamentalmente debieran ser velar por la integridad del toro y del espectáculo y defender los derechos del pagano.Pedro garcía Macías (Aquí el artículo completo publicado en El Chofre y en el que hace un análisis de este San Isidro)
Foto: Juan Pelegrín
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