"Se le exige al toro más que nunca"

Esa frase tan manida no es más que otra excusa de los "ganaduros" para justificar su propio fracaso al criar un toro que no se mantiene en pie.

Esos "ganduros" crian toros pensando en el torero de turno, en la figurita que busca comodidad y que por ello exige sus toritos. Busca el torito colaborador, el que se deja, el artista. Y claro ese torito no se tiene en pie, y la figurita debe hacer de enfermero, cuidarle, llevarle a media altura; procurando que no se le caiga, toreándolo con cuidado, en linea, rematando los trapazos hacia fuera... En fín, a ese torito no hay que dominar, lidiar, someter, es decir, no hay que torearle, hay mantenerle en pie para poder dar "tropecientos mantazos". Para ello uno colabora, se deja y el otro hace de enfermero, lo cuida.

Dicen los taurinos que ahora se les exige cien pases, pero en realidad se le piden cien trapazos como el que da César Jiménez en esa foto...pero, ¿cúantos pases como el de Bienvenida soportarían esos toritos?.

Además esos animales no se arrastran por el suelo sólo al final de la faena, muchos doblan sus patas antes de entrar al caballo.

Nota: fotos: la de Bienvenida es de la bitácora "Toroesfera confidencial", la de César Jiménez del Chofre.