miércoles, agosto 02, 2006

Minorías.

En una plaza de toros los aficionados siempre somos, y seremos, una pequeña minoría, pero no estamos sólos.
Me explico con un ejemplo. El año pasado estuve con mi amigo Santi en la feria de Valladolid, por chiqueros salían "toritos" más que sospechosos de manipulación...pero nadie decía nada, se destoreaba pero no se oían más que algunos aplausos. Nosotros callamos, no era plan de ponernos a protestar ante las miradas de ese público que pensaría que éramos unos "aguafiestas" o unos tipos con afán de protagonismo.Mejor callar.
Pero luego resulta que perdidos en esos tendidos estabán aficionados como Curro, Álvaro...; es decir, si yo conocía a algunos, quiere decir que estaban bastantes aficionados y todos en silencio, al igual que nosotros.
De ahí la importancia de que nos vayamos conociendo, que la afición se vaya organizando, que los aficionados no se vean solos en la plaza. Aunque siempre seamos minoría debemos aspirar a tener cierto peso en los tendidos, que se nos sienta y al tiempo podamos contactar más directamente con ese público del que siempre surgirán nuevos aficionados.
Nota 1: Siguiendo el post de Rosa, entro en Alexa. ¡Ya sómos el 1.387.074 del ranking!...¡temblad taurinos!

5 comentarios:

  1. Javier, yo no estaba callado, estuve increpando al Juli y a la presentación del ganado toda la tarde, so pena, de los pobres infelices que se divertían con tamaña estafa y destoreo. Algunos miraban desafiantes, pobre incultura taurina, les soplan la cartera y tan agusto.

    Tenemos que hacernos oir, lo he dicho muchas veces, el principal cáncer de la fiesta es el desconocimiento de la misma por parte de la gran masa de miratoros.

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  2. Es la tercera vez que vemos esta semana fotos en las que entre el toro y el torero no es que quepa un autobus, sino toda la flota de la sepulvedana. Son César Jiménez, Padilla y El Cid, y todas son en Azpeitia. Se trata de un problema de estructura, el exceso de festejos y el hecho de que en las plazas de 3ª no toreen aspirantres a ser toreros, sino los que ya lo son. Entiendo que es complicado psicológicamente ponerse 90 veces al año en el sitio, -eso sí,Padilla no se pone nunca-, pero esa es la situación: toreros deficientemente pagados y contratados a destajo. Por otro lado, si no se llena casi ninguna plaza para ver a estos, ¿quién iría a ver a los otros? Es complicado.
    Respecto a lo que comentas de que los aficionados nos hagamos oir, es fundamental, por supuesto. Eso sí, también tenemos que buscar la objetividad. Amigo Alvaro, yo también estaba en la de El Juli de Valladolid, en una corrida -una más- homenaje al Serrucho, los toros estaban híperafeitados, por lo que nada de lo que se pudiera ver alli tenía importancia. Aclarado esto, El Juli se puso en el sitio e incluso sufrió una cornada. No cuentas que también estaba Rincón, que creo que también cobra, ¿no?, y podríamos haber sacado un carrete entero con fotos del tenor de las que estábamos viendo en Azpeitia. El tercero era Luguillano, pero casi me parece una ordinariez hablar de él.

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  3. Tienes razón, Curro, también estaba Rincón. Pero ese Maestro tiene un bagage y una historia que me hace perder la objetividad, así, porque me da la gana y porque se lo merece obviamente hablando. Todo ello dicho desde el cariño y admiración que profeso hacia ti y tu manera de interpretar la fiesta.

    Lo de que el Juli se puso en el sitio, desde el mío en concreto no lo vi, es más increpé varias veces que se colocara. La cogida de la que hablas fue por perderle el respeto y la cara al choto, no por colocación, que no la hubo en toda la tarde.

    En cuanto a Luguillano, lo único a destacar de su penosa (a mi pesar) actuación fue que le tocó en suerte el único toro astifino de la tarde. ¡Tremenda casualidad!

    Un abrazo, y hagámonos oir!!!

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  4. A el Juli le cogió el toro por un fenomenal despiste, como dices es muy dificil mantener la concentración 90 tardes al año.
    Lo del afeitado no tiene justificación; con independencia de quien se ponga delante.

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  5. Al margen de gustos, estamos todos de acuerdo.
    A la vuelta del verano podemos ensayar sobre las medidas que serían necesarias para la regeneración de la Fiesta. ¿No es un atropello que esto dependa del ministerio del interior? ¿No debería existir un organismo autónomo -aunque oficial- taurino en el que tuvieran cabida los aficionados?. En fin, continuaremos.

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