jueves, agosto 03, 2006

La exigencia.


El público de las plazas de toros tiene como una de sus muchas particularidades la de ser muy exigente con el débil y magnánimo con el fuerte.
Ejemplo: Torean en su ciudad un joven torero que trás mil esfuerzos, de todo tipo, ha conseguido tomar la alternativa hace un año y una "figurilla" que lleva veinte años toreando, no se sabe muy bien porque, casi cien corridas año. Nuestro joven aspirante en ese año ha toreado dos tardes, una en su pueblo.
Es decir, "cara a cara" el "sabio" catedrático frente al recién licenciado. Todo hace pensar que el público será sumamente exigente con el veterano y benevolente con el aspirante, pero la realidad no es así; si ambos torean igual de mal, se le justificará al veterano y se le descalificará al joven; uno habrá tenido mala suerte, o un mal dia, y el otro es un "petardo". Al año siguiente anunciarán a la figurilla, por un "pastón", y nuestro joven torero seguirá toreando de salón...

Foto: Tomada del blog Camposyruedos. Toro de la ganadería de Gallon lidiada en Orthez el 23 de julio.

2 comentarios:

  1. No estoy muy de acuerdo, Javier, al menos en lo que se refiere a la plaza de Madrid, que viene siendo machaconamente tachada de crear ídolos para después machacarlos. No creo que sea así, pero es lo que dicen los taurinos.

    Lo que me parece que ocurre es que los modestos que logran un triunfo grande tienden enseguida a aliviarse cuando les salen nuevos contratos: "quiero ser figura para torear corridas de garantías [es decir, fraudulentas] sin arrimarme"

    En otros sitios sí ocurre lo que tú dices. Los que van con el título de figuras torean mucho y, por tanto, tienen tablas y saben taparse ante el público facilón e indocumentado. Los pobrecillos modestos que empiezan no tienen esa experiencia, y se les notan todas sus carencias una barbaridad.

    Al final, y eso es lo penoso, la justa exigencia es inversamente proporcional al conocimiento taurino de los públicos. Cuanto menos saben de toros, más injustos son.

    ResponderEliminar
  2. Conforme contigo,por eso evité mencionar Madrid. Nuestra labor como aficionados es mostrar al público esa manera de "taparse", esa trampa.

    ResponderEliminar