lunes, junio 02, 2014

Sobre la faena de Alberto Aguilar al toro de Montealto

Alberto Aguilar compuso una faena preñada de gusto. El gusto impreso en cada detalle, por mínimo que resultase. En el ir al toro o el irse del él, en la forma de componer su menuda figura, siempre arriñonada y verticar, estacada en la arena las plantas; y el modo de correr la mano, sin tirones y de forma delicada. El gusto impreso de forma natural, naturalmente sostenido por el valor. La faena salió inventa. El toreo no fue mando ni sometimiento. El toreo fue un ejercicio de torería con la única de finalidad de escarbar en las escasas virtudes del toro, y lucirlas. La distancia, el respeto de los terrenos, el temple, la forma de aprovechar ambos pitones. El colofón de una estocada a ley reveló la grandeza de una faena merecedora de premio.

Andrés Verdeguer - Alberto Aguilar, un trofeo por formas, concepto y torería.

2 comentarios:

  1. A veces la memoria visual te juega malas pasadas. Viendo la faena de Alberto Aguilar creí estar viendo a Luis Francisco Espla. Había en su faena un aromas de torería rancia. En su manera de manejar el capote, en su forma de irse o acercarse al toro. El parecido con el maestro Esplá sobrevolaba el ruedo en esa manera de acompasar el giro de la cintura con el giro del toro, con la muleta a media altura. Y es que Esplá y Aguilar no son toreros graves y profundos. Su aromático estilo está hecho de ligereza. Mas que torear, "revolotean" al rededor del toro. Son toreros sabios que saben lucir los toros y que hacen su toreo con brevedad y coherencia.JUANSINTIERRA

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  2. Coincido con Andrés, Un gran torero y una magnífica faena en función de las condiciones del toro.

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