Parece
evidente el paralelismo simbólico entre la vida, la vida de cualquiera y el
toro que sale a las plazas. En tiempos de vida fácil y cómoda, donde los
problemas esenciales están resueltos, el toro de los ruedos no puede ser duro y
peligroso pues la vida no lo es. En tiempos de paro, de perdida de derechos, de
recortes en sanidad y con un futuro negro de las pensiones, el toro de las
plazas no puede seguir siendo un animal bobalicón y feble, pues la vida no lo
es. El otro día, ante esta fiera corrida de Victorino, la gente se puso de
parte de los toros, de las alimañas. Es un aviso a navegantes. En tiempos
duros, no se puede ir a la plaza a ponerse bonito y relajado. "The
Maestros" tienen los días y las horas contadas. Tiempo al tiempo.
JUANSINTIERRA
Nota: En la foto, de la pasada corrida de Victorino vemos a Ferrera, haciendo su labor , volará el capote en el último instante para poner orden en el ruedo, en la lidia (Vía: @BombitodeMiura)
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