César Terán nos lo recuerda en un post, en donde entre otras cosas se indica:
En 1766, a iniciativa del alcalde de Lima Agustín de Landaburu, se construyó la plaza de toros de la ciudad a la ribera del río Rímac. Acho es la tercera plaza más antigua del mundo y la Primera de América. Sólo la Maestranza de Sevilla y la plaza de toros de Zaragoza existían antes de la inauguración del coso rimense.
Se tienen noticias de la existencia de la plaza del Baratillo en 1707, era rectangular y de madera. En 1808 la mayor parte de la plaza aún era de madera, hasta que quedó más o menos con el aspecto actual en 1881 transcurrieron 120 años de obras, claro que el resultado mereció la pena.
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