Toreo por la cara

Copio un texto de la "Tauromagia" de Guillermo Sureda en el que hace referencia al toreo por la cara:

"Y una de las cosas que se han perdido, Dios quiera que no para siempre, es eso que podemos llamar "toreo por la cara". Permítame el lector que recurra a un recuerdo personal para centrar el tema. Corría, si mal no recuerdo el año 1945, y por aquél tiempo yo era manoletista acérrimo, intransigente...y por lo tanto injusto....Y en Madrid se celebró una corrida en la que intervinieron Armillita, Domingo Ortega, Manolete y Parrita...Creo recordar que ni Armillita, ni el mismo Manolete, ni Parrita cortaron orejas. Sí en cambio, Domingo Ortega, el gran torero de Borox. Y por partida doble, a su segundo toro. Aquello, a mí, repito, entonces acérrimo manoletista, me sentó como un tiro, e incluso creí de un modo rotundo que la concesión de aquéllas orejas había sido una arbitrariedad por parte de la presidencia...fuí incapaz de darme cuenta del enorme mérito que tenía aquélla faena de Domingo Ortega, en la que no hubo más de media docena de naturales, pero que toda ella se realizó sin soluciones de continuidad, sin un solo vano, con un ritmo y una armonía totales...Pasados los años, me dí cuenta de la enorme importancia y de lo dificilísimo que es torear por la cara como lo hacía Domingo Ortega...Parece que estoy viendo otra vez aquélla faena, perfecta, armoniosa, redonda como un canto rodado, maravillosamente ligada, en la que el toro iba prendido en la muleta como hipnotizado. ¡Toreo por la cara! ¿Porqué no lo vemos casi nunca en los ruedos? ¿Porqué no volvemos a la suave coordinación de movimientos entre el toro y el torero, en un ajustado, rítmico y hermoso toreo por la cara? La desaparición casi completa del oficio de torear podría darnos la adecuada respuesta".

Damos las gracias a Puntillero, que nos ha hecho llegar tanto el texto como la foto de este post.