Ayer se publicó una entrevista con Esplá en semanal del Abc. Yo la leo gracias a Rosa .De su post copio:
"- XL. ¿Qué futuro le ve a la fiesta nacional?
- L.F.E. Si sigue como va, le veo un futuro… complicado. En muchos aspectos. Por un lado, quieren que siga siendo un espectáculo popular, y todo apunta a que si no se convierte en un espectáculo elitista, desde mi forma de verlo, tiene los días contados. Cuando digo elitista, quiero decir que hay que filtrar mucho más la calidad de los carteles, del ganado, del público. Yo preferiría, a pesar de que me digan que estoy loco, que el toreo se acercase mucho más al concepto de la ópera, en cuanto a organización y prestigio, a que siga generando miseria. Porque lo que está generando por los pueblos es miseria. Se dan dos mil corridas de toros al año y de ellas sólo dan fruto trescientas, pues malo. Al final, un negocio que no genera beneficios acaba llevando a la ruina. Un negocio que funciona así no puede tener mucho futuro."
Pues yo cada día debo entender menos de esto porque no sé cómo digerir unas declaraciones como las del maestro Esplá. De todo lo que dice en esta respuesta, lo único en lo que coincido con él es en su visión sobre el futuro de la fiesta... complicado, hasta aquí nada que objetar, pero vamos que la peña del autobús que tenemos aquí montada sabemos de sobra que el futuro que nos espera está jodido, por lo tanto nada nuevo nos aporta el maestro. Sin embargo, si tuviera alguna posibilidad de aportar algún cambio a la fiesta, lo último que se me pasaría por la cabeza es llevarlo al lugar de la ópera, al de un espectáculo elitista como él explica, un espectáculo para un grupo reducido y escogido de personas. Lo siento pero no, la fiesta es grande por ser el espectáculo más democrático que existe en la actualidad, donde hay gente que se hace 500 kilómetros para ver una media de Pauloba y otros que se gastan un jornal para ver a Jesulín, Rivera y El Cordobés (¿los tres tenores?). El día que los toros se conviertan en algo para paladares exquisitos perderá toda la historia de un plumazo.
ResponderEliminarSería absurdo negar lo evidente y no reconocer que la fiesta necesita un cambio, pero el cambio debería venir de otra forma muy distinta a la planteada por el maestro en esa respuesta, entre otras cosas porque la gente humilde de los pueblos quizás no vayan en su día a la Maestranza con un clavel en la solapa de su chaqueta, pero en muchas ocasiones han visto más corridas y saben más de toros que muchos de los maestrantes. El toreo es del pueblo y no se puede encaminar a un espectáculo de señoritos, el día que esto suceda, jabonero se baja del autobús para los restos.
Un abrazo y si alguno de los amigos del blog conoce al maestro Esplá, a ver si un día nos consigue explicar qué pretende con respuestas como esta o con artículos como los del restaurante que ya se expuso aquí.
Pues yo en esta ocasion si estoy de acuerdo con el Maestro Esplá, cuando hablamos de elite, no es una elite economica, sino cultural, de hecho los aficionados somos el germen de esa elite cultural de la que habla Esplá, el futuro sostenible de la Tauromaquia se parece al funcionamiento frances,
ResponderEliminarPocos y buenos festejos, pensados por y para los aficionados, para la elite, y plazas a la que solo van los que le interesa, y donde los nuevos espectadores acuden con respeto y ganas de aprender.
Volviendo a la opera, alquien a ido a la opera por primera vez y se ha considerado ya el mas experto de todos.
En los toros eso ocurre y repito no hablamos de elite economica, hablamos de elite cultural. Por cierto no todos los amantes de la opera son unos señoritos.
Y si alguno por prejuicios morales o eticos no quiere considerarse elite que lo llame como quiera, pero el futuro está en la calidad y para eso hay que exigir.
Copio y pego de la web de la R.A.E. y su diccionario:
ResponderEliminarelitista (de elite)
1.- adj. Perteneciente o relativo a la élite o al elitismo. U. t. c. s.
2.- adj. Dicho de una persona: Que se comporta como miembro de una élite, que manifiesta gustos y preferencias opuestos a los del común.
3.- adj. Partidario de una élite o del predominio de las élites.
élite o elite (del fr. élite)
1.- f. Minoría selecta o rectora
Efectivamente y como bien ha reconocido el amigo Domingo, por ningún lado se deduce que el motivo de la selección sea económico, sin embargo y creo que eso salta a la luz de todos, que la mayoría de las élites que existen en nuestra sociedad vienen producidas por el poder adquisitivo de sus integrantes. Decía Groucho Marx: “Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo”, una sentencia que se podría aplicar en nuestro caso y que ya que se ha tomado como grupo elitista los de la ópera, voy a servirme de ella para hacer una pregunta. ¿Cuántos albañiles, pintores, chapistas y barrenderos conocéis que hayan ido alguna vez a la ópera? ¿Y cuántos conocéis que hayan ido a los toros? Y que conste que no voy a ceñirme al tema monetario, eso después, simplemente hablo de lo que en esta puñetera sociedad implican las élites o las clases (al fin y al cabo es lo mismo), hay entradas a los toros más caras que para la ópera, pero a los toros el albañil recién salido de 12 horas en el andamio se va a un tendido de sol a seguir pasando calor y nadie dice ni pío, sin embargo en la ópera os podéis hacer una idea.
El problema de la fiesta está en la educación del público para hacerlos más aficionados, pero no en convertirla en algo para una pequeña minoría, desde mi punto de vista el día que esto ocurra ser estará llamando a las puertas de su final.
Y un apunte más, los costes de las dehesas, las ganaderías, cuadras de caballos,... son totalmente inviables para un número de espectáculos reducido. Si tú limitas la fiesta a una serie de espectáculos muy reducidos, la mayoría de “empresas” que existen alrededor de la fiesta serían totalmente inviables económicamente hablando, pero este es otro tema mucho más farragoso y en el que no creo que debiéramos entrar.
Un saludo y me encanta poder hablar de esta forma, para que luego digan que los taurinos somos unos salvajes y demás lindezas, la única pena es no poder hacerlo en una taberna con la foto de El Viti como testigo.
Mas que por la foto del El Viti por los vinos y las tapas.
ResponderEliminarun saludo
Amigo lsanchezg eso que cita es evidente espero no haber dado a entender que la tauromaquia y la opera son un espectaculo parecido, ni siquiera equiparable
ResponderEliminarYo creo que abandonar la base popular no llevaría más que a perder la fuerza que le queda a la fiesta, las raíces no deben perderse jamás y éstas son radicalmente populares. Ahora bien tambien es cierto que ahora mismo la raíz es la que es y eso no libra a la fiesta de estar como está. La única solución que se me ocurre es precisamente ahondar en la raíz para encontrar el jugo que no es otro que la emoción, para ello, entiendo yo, sería necesario que progresivamente se recuperara la casta en el toro para hacer evidente su peligro, se mantuviese en todos los casos su integridad, y se recuperara el tercio de varas, que es de esas cosas que bien hechas, cuando se muestra verdaderamente necesaria por la pujanza del toro, es algo que entra por los ojos y no necesita aprendizaje para saber captarla en toda su dimensión, lo mismo cabe decir de una faena a un toro encastado y bravo, porque si faltaran conocimientos técnicos en el espectador ello no implicaría que no percibiera el peligro, cuando éste es palmario, y mucho menos impidería que un lego en la materia acabara por identificarse con el matador que a la postre termina por vencer imponiéndose a la fuerza bruta a base de valor y técnica.
ResponderEliminarYo pienso que no cabe esperar nada de esto de aquéllos a los que les va bien ahora, yo esperaría algo más de aquéllos que tienen que desbancar a los que ahora son ganaderos y toreros que copan los carteles de las grandes ferias, pero eso...
Estoy de acuerdo con Puntillero
ResponderEliminarla elite requerida es de base popular, creo que existe cierta fobia a lo de elite por "complejo"(espero no se me malinterprete), me refiero a miedo a creerse mejor y con mas derechos, no es esa elite, sino una elite por su interes en defender, de hecho la autogestión es el inicio en la toma de poder de la elite.
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