Se ha acabado el ciclo de espectáculos taurinos que llaman “Feria de San Isidro” compuesta de 3 novilladas, 2 corridas de rejones y 20 corridas de toros.
No hablamos de las corridas de rejones.
De las tres novilladas ha destacado la de la Quinta y el novillero mejicano Octavio García, “El Payo”. El resto de los novilleros, salvo quizá algo Manuel Ocaña “El Sombrero” no han despertado nuestro interés.
Las corridas de toros arrojan un lamentable balance en cuanto a Puertas Grandes y Orejas, seguramente el peor de los últimos veinte años y aunque no nos interesan demasiado los triunfos físicos sino lo que nos deja dentro el toreo, desde aquí otorgaría únicamente una Puerta Grande a “El Cid” por el conjunto de la labor realizada, el resto deberían conformarse con un cero patatero salvo Diego Urdiales, Frascuelo, Morante, El Fundi, y José Mari Manzanares por este decreciente orden cuyo trabajo nos ha interesado en algunos momentos.
Ha destacado la ganadería portuguesa de Palha, a mucha distancia de Victorino, Adolfo y Cuadri que le siguen a distancia, deplorables han salido: Martelila, Baltasar Iván, Carmen Segovia, José Luis Pereda, El Marqués de Domecq, Samuel Flores, Las Ramblas, Salvador Domecq y Valdefresno. Y en un punto medio aunque decadente, El Pilar, Dolores Aguirre, Peñajara, Alcurrucén, Victoriano del Río y Fuente Ymbro.
Este balance debería hacer pensar a los responsables de la Comunidad de Madrid en manos de qué empresario han puesto la plaza de las Ventas, ya que tanto fracaso sólo puede entenderse desde la mala gestión, se contrata basura barata y con ello se encuentra después la afición y el público que paga caro y no se siente satisfecho sino engañado y estafado por unos mangantes que te sacan los cuartos igual que los de las compañías telefónicas, los bancos, y tantas empresas que te cobran cuanto pueden sin la contrapartida de un servicio equivalente y digno.
Pero tanto desatino sería imposible de perpetrar sin la complicidad del resto de estamentos responsables del resultado, ganaderos y toreros principalmente que se acomodan a lo ofrecido por los empresarios aunque sospechen de antemano el nefasto resultado así como los medios de difusión cuya responsabilidad en la decadencia de la fiesta está fuera de toda duda.
Antes venían a torear a Madrid aquellos toreros que habían demostrado previamente su calidad y categoría en otras plazas para tratar así de reivindicar su triunfo, y de lograrlo su cotización y estima subía, hoy vienen todos y la mayoría se van tan campantes después de un sonoro fracaso, sabedores de que no les va a influir para nada en su carrera fraguada en los despachos y no batiéndose el cobre en los alberos.
Lo mismo podemos decir de las ganaderías que repiten año tras año y fracaso tras fracaso sin la menor merma de sus ingresos.
La plaza de Madrid, las Ventas, se ha ido desprestigiando por mala gestión desde hace tiempo y algunas figuras del toreo vienen como haciendo un favor y con unas exigencias desmesuradas que no corresponden con su entrega después en el ruedo, otros amenazan con no venir más, como si quisieran castigarnos cuando son ellos los que nos llevan infringiendo un severo castigo año tras año.
Muy pocos merecen ese aplauso cerrado que la afición ofrece de antemano a los que vienen siempre dispuestos a agradar y a entregarse en el ruedo. A torear, quiero decir.
Jandro
domingo, 01 de junio de 2008
No hablamos de las corridas de rejones.
De las tres novilladas ha destacado la de la Quinta y el novillero mejicano Octavio García, “El Payo”. El resto de los novilleros, salvo quizá algo Manuel Ocaña “El Sombrero” no han despertado nuestro interés.
Las corridas de toros arrojan un lamentable balance en cuanto a Puertas Grandes y Orejas, seguramente el peor de los últimos veinte años y aunque no nos interesan demasiado los triunfos físicos sino lo que nos deja dentro el toreo, desde aquí otorgaría únicamente una Puerta Grande a “El Cid” por el conjunto de la labor realizada, el resto deberían conformarse con un cero patatero salvo Diego Urdiales, Frascuelo, Morante, El Fundi, y José Mari Manzanares por este decreciente orden cuyo trabajo nos ha interesado en algunos momentos.
Ha destacado la ganadería portuguesa de Palha, a mucha distancia de Victorino, Adolfo y Cuadri que le siguen a distancia, deplorables han salido: Martelila, Baltasar Iván, Carmen Segovia, José Luis Pereda, El Marqués de Domecq, Samuel Flores, Las Ramblas, Salvador Domecq y Valdefresno. Y en un punto medio aunque decadente, El Pilar, Dolores Aguirre, Peñajara, Alcurrucén, Victoriano del Río y Fuente Ymbro.
Este balance debería hacer pensar a los responsables de la Comunidad de Madrid en manos de qué empresario han puesto la plaza de las Ventas, ya que tanto fracaso sólo puede entenderse desde la mala gestión, se contrata basura barata y con ello se encuentra después la afición y el público que paga caro y no se siente satisfecho sino engañado y estafado por unos mangantes que te sacan los cuartos igual que los de las compañías telefónicas, los bancos, y tantas empresas que te cobran cuanto pueden sin la contrapartida de un servicio equivalente y digno.
Pero tanto desatino sería imposible de perpetrar sin la complicidad del resto de estamentos responsables del resultado, ganaderos y toreros principalmente que se acomodan a lo ofrecido por los empresarios aunque sospechen de antemano el nefasto resultado así como los medios de difusión cuya responsabilidad en la decadencia de la fiesta está fuera de toda duda.
Antes venían a torear a Madrid aquellos toreros que habían demostrado previamente su calidad y categoría en otras plazas para tratar así de reivindicar su triunfo, y de lograrlo su cotización y estima subía, hoy vienen todos y la mayoría se van tan campantes después de un sonoro fracaso, sabedores de que no les va a influir para nada en su carrera fraguada en los despachos y no batiéndose el cobre en los alberos.
Lo mismo podemos decir de las ganaderías que repiten año tras año y fracaso tras fracaso sin la menor merma de sus ingresos.
La plaza de Madrid, las Ventas, se ha ido desprestigiando por mala gestión desde hace tiempo y algunas figuras del toreo vienen como haciendo un favor y con unas exigencias desmesuradas que no corresponden con su entrega después en el ruedo, otros amenazan con no venir más, como si quisieran castigarnos cuando son ellos los que nos llevan infringiendo un severo castigo año tras año.
Muy pocos merecen ese aplauso cerrado que la afición ofrece de antemano a los que vienen siempre dispuestos a agradar y a entregarse en el ruedo. A torear, quiero decir.
Jandro
domingo, 01 de junio de 2008
Foto: Manon
Me txana tu balance,aunque Morante y Manzanares a mi no me llegaron sus inspiraciones,por el contrario Joselillo y el Moreno de Aranda me llegaron a calar.
ResponderEliminarY Joselillo?
ResponderEliminarY la distancia que dió Luis Bolivar a ese Palha?
ResponderEliminarDe acuerdo con Jandro en casi todo.
ResponderEliminarPara mi, lo de Dolores Aguirre fue una mansada infame. A años luz del año pasado siendo también muy mansa. Debería matar muchas vacas y algún semental que otro.
Por contra, la corrida de Carmen Segovia y la de El Pilar me parecieron interesantes. Bastante más la segunda, que pese a su flojera, mostró casta y bravura en algunos ejemplares.
Y el capote de Morenito de Aranda?
ResponderEliminarMe falta entre los novilleros miguel tendero, que toreo francamente bien.
ResponderEliminar¿Habria un hueco entre lo destacable de la feria para Antonio Lorca por sus cronicas en El Pais?
ResponderEliminarPues sí, Antonio Lorca es de lo poquito que queda en los medios con independencia, al menos eso parece desprenderse de sus escritos, además tiene una visión que coincide con la de la afición generalmente.
ResponderEliminarEl analisis de la la feria de San Isidro arroja un balance negativo engañoso.La escasez de orejas cortadas presenta varias lecturas. Las ganaderías en terminos generales no han acusado la alarmante falta de fuerza de otras temporadas .Se han visto toros de peor o mejor condicion pero muy pocos se han caido, otra cosa es que matadores esten a la altura.Otro factor a tener en cuenta ha sido la actitud presidencial manteniendo un riguroso criterio acorde con esta plaza.El año pasado con menos calidad de toreo se abrieron puertas grandes como la de El Juli y Castella y esto si que me parece negativo.Se ha aplaudido exageradamente igual que se ha pitado injustificadamente,algunos se creen mas entendidos por hacer esto,quizá hagan falta mas silencios.
ResponderEliminarSe caen menos los toros pero no tienen casta que es lo que degenera la ganadería, efectivamente el año pasado hubo varias puertas grandes falsas, pero al menos esos toreros pudieron torear al carretón dentro de su estilo, cosa que este año no han podido hacer porque los carretones no se caen pero no tienen pases, están imposibles. El aburrimiento ha sido la tónica general de la feria tanto de público como de afición salvo los escasos días en que han aparecido toros con casta. Ahí está el meollo de la cuestión, en la casta y además, por supuesto no deben caerse los toros.
ResponderEliminarSe dice que para triunfar en Madrid cualquier toro sirve,que no se caiga por supuesto.La casta y el genio son terminos muy complejos incluso para los criadores de toros.Lo que si hemos visto este San Isidro,han sido toros que han ido a más (para mi un cualidad del toro encastado) y toreros que han ido a menos,no estando a la altura de la exigencia que el toro con dicha condición impone.Sobre la primera sardinada del aniversario que han colado a la afición que acude a las Ventas del Espiritu Santo creo que se ha tocado fondo, permitiendo que semejantes piltrafas salgan de chiqueros.Cabe destacar el hecho que ha marcado la tarde cuando el subalterno de Castella ha llevado a ese arregladillo ejemplar ¡a una mano! hacia el siete,situación esta que tenía que haber irritado e indignado a este sector de la afición.Mas tarde con el desarrollo de la faena hubo momentos en que la plaza estuvo conmocionada ante semejante demostratación de de valentía por parte del matador ante la fiera . Y mañana viene el Cayetano que se hace simulacros de corrida en secreto a puerta cerrada y Manzanares que no aguanta una acometida si se queda cruzado no sea que le vayan a dar un tantanrantan los toritos.
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