Una moruchada. No hubo casta, la novillada, mansa, no rompió e incluso blandeaba. Bernal vino muy dispuesto -el quite fue suicida- y brilló en apuntes al natural. Soberbio con los palos David Adalid.
Una moruchada. No hubo casta, la novillada, mansa, no rompió e incluso blandeaba. Bernal vino muy dispuesto -el quite fue suicida- y brilló en apuntes al natural. Soberbio con los palos David Adalid.
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