Lamentable todo. Desde el triunfalismo de la supuesta primera plaza del mundo hasta la espérpentica salida a hombros de este torero, tan vulgar como sobrevalorado. Lo peor es que ahora se creerá Belmonte resucitado cuando su verdadera "dimensión" (como dicen los panfletos taurinos) la dio con la de Victorino.
Sinceramente, al margen de si Talavante merecía o no las 2 orejas (que yo creo que no) más de uno y de diez se merecía un par de hostias por su actitud rastrera durante la salida del diestro, especialmente el niñato ese rubio que fue paseado en hombros paralelamente (el de la foto) y que trataba por todos los medios de arrancar la hombrera del torero; verlo por la tele daba nauseas y ganas de bajarle de un sopapo. Qué puta vergüenza. Cuando la foto del Viti, años sesenta, al diestro no se le tocaba, sólo se le acompañaba. A finales de los años 80, y sobre todo 90, se puso de moda arrancar los machos superiores de las hombreras. Entonces, con buen criterio, los mozos de espadas empezaron a quitarlos de las hombreras antes de que el diestro fuera izado en hombros. Pero se ve que la cosa no quedaba ahí, y ahora hemos llegado al extremo que se trata de obtener cualquier pedazo sea como sea. Pronto los trajes de luces tendrán los adornos pegados con velcro, y el mozo de espadas dejará el traje limpio, sin nada que arrancar, cuando el diestro vaya a salir por la puerta grande. Repito, qué puta vergüenza.
Estos que atracan y agreden a los toreros en sus salidas por la Puerta Grande son los mismos que se rompen las manos aplaudiendo las faenas de las figuras de mazapán basadas en el postureo, los mantazos y los trapajazos. No tienen ni p... idea de que va esto.
No es lo mismo ver que mirar. ver es un acto biológico. Mirar es un acto cultural. Ayer "vimos" algo parecido a una corrida de toros. Pero si miramos bien, no vimos en absoluto torear. Cuando un otero es incapaz de lidiar un toro y permite una verbena de capotazos y entradas al caballo. Cuando ese mismo torero no hace un quite. Cuando el toro elige los terrenos a su antojo y se mueve no sometido por la muleta, sino movido por sus querencias y se mata "de aquella manera": No se puede salir por la puerta grande de Las ventas. Mejor dicho: verle salir lo vimos, Antonio Lorca tambien lo vió, pero si lo miramos bien, no lo entendemos. Sin embargo Antonio Lorca si lo entendió. JUANSINTIERRA
Es un claro ejemplo de la esquizofrenia en la que ha entrado la plaza de Las Ventas. Me hace gracia que algunos lectores hablen de triunfalismo en Las Ventas, cuando el corte de oreja y triunfo está más caro que casi nunca. Imagino que las imágenes de los años 60,s cuando salían por la Puerta Grande de dos en dos, no sería triunfalismo. Claro está, aquellos eran toreros, ¿verdad?. Lo que se conoce como el "antes".
Antolio Lorca se pone estupendo y no le aguantan ni en su casa. Es un crítico totalmente prescindible. Su lugar en EL PAIS debiera ocuparlo Paz Domingo. Qué pensaría el pobre Joaquín Vidal si viera su tribuna pisoteada de esa manera.
Pues yo no entendí nada, por eso me fui antes de tiempo. No sabía que pintaba allí, en medio de tanto jaleo.
Solamente algo me orientaba, los oles roncos y profundos de grandes tardes no se escuchaban. Después de tantas modas y cambios en el público del tendido venteño, ese sonido sigue todavía vigente como guía sentimental, ética y cultural.
Son tan malos aficionados que ni saben tratar a su torero. Y seguro lo tratan de Alejandro, como si lo conocieran. Bueno, se lo merece. Sarna con gusto no pica. Muy vulgar todo.
yo no entiendo esta posición que tiene Talavante. Coincido con el compañero que dice que le parece vulgar; además la técnica y el análisis del toro y su toreo brilla por su ausencia.
Lamentable todo. Desde el triunfalismo de la supuesta primera plaza del mundo hasta la espérpentica salida a hombros de este torero, tan vulgar como sobrevalorado. Lo peor es que ahora se creerá Belmonte resucitado cuando su verdadera "dimensión" (como dicen los panfletos taurinos) la dio con la de Victorino.
ResponderEliminarSinceramente, al margen de si Talavante merecía o no las 2 orejas (que yo creo que no) más de uno y de diez se merecía un par de hostias por su actitud rastrera durante la salida del diestro, especialmente el niñato ese rubio que fue paseado en hombros paralelamente (el de la foto) y que trataba por todos los medios de arrancar la hombrera del torero; verlo por la tele daba nauseas y ganas de bajarle de un sopapo. Qué puta vergüenza.
ResponderEliminarCuando la foto del Viti, años sesenta, al diestro no se le tocaba, sólo se le acompañaba. A finales de los años 80, y sobre todo 90, se puso de moda arrancar los machos superiores de las hombreras. Entonces, con buen criterio, los mozos de espadas empezaron a quitarlos de las hombreras antes de que el diestro fuera izado en hombros. Pero se ve que la cosa no quedaba ahí, y ahora hemos llegado al extremo que se trata de obtener cualquier pedazo sea como sea. Pronto los trajes de luces tendrán los adornos pegados con velcro, y el mozo de espadas dejará el traje limpio, sin nada que arrancar, cuando el diestro vaya a salir por la puerta grande. Repito, qué puta vergüenza.
dignos y indignos. Nostros indignados.
ResponderEliminarEstos que atracan y agreden a los toreros en sus salidas por la Puerta Grande son los mismos que se rompen las manos aplaudiendo las faenas de las figuras de mazapán basadas en el postureo, los mantazos y los trapajazos.
ResponderEliminarNo tienen ni p... idea de que va esto.
No es lo mismo ver que mirar. ver es un acto biológico. Mirar es un acto cultural. Ayer "vimos" algo parecido a una corrida de toros. Pero si miramos bien, no vimos en absoluto torear. Cuando un otero es incapaz de lidiar un toro y permite una verbena de capotazos y entradas al caballo. Cuando ese mismo torero no hace un quite. Cuando el toro elige los terrenos a su antojo y se mueve no sometido por la muleta, sino movido por sus querencias y se mata "de aquella manera": No se puede salir por la puerta grande de Las ventas. Mejor dicho: verle salir lo vimos, Antonio Lorca tambien lo vió, pero si lo miramos bien, no lo entendemos. Sin embargo Antonio Lorca si lo entendió. JUANSINTIERRA
ResponderEliminarEs un claro ejemplo de la esquizofrenia en la que ha entrado la plaza de Las Ventas. Me hace gracia que algunos lectores hablen de triunfalismo en Las Ventas, cuando el corte de oreja y triunfo está más caro que casi nunca. Imagino que las imágenes de los años 60,s cuando salían por la Puerta Grande de dos en dos, no sería triunfalismo. Claro está, aquellos eran toreros, ¿verdad?. Lo que se conoce como el "antes".
ResponderEliminarAntolio Lorca se pone estupendo y no le aguantan ni en su casa. Es un crítico totalmente prescindible. Su lugar en EL PAIS debiera ocuparlo Paz Domingo. Qué pensaría el pobre Joaquín Vidal si viera su tribuna pisoteada de esa manera.
ResponderEliminarPues yo no entendí nada, por eso me fui antes de tiempo. No sabía que pintaba allí, en medio de tanto jaleo.
ResponderEliminarSolamente algo me orientaba, los oles roncos y profundos de grandes tardes no se escuchaban. Después de tantas modas y cambios en el público del tendido venteño, ese sonido sigue todavía vigente como guía sentimental, ética y cultural.
Un saludo y al Toro.
Son tan malos aficionados que ni saben tratar a su torero. Y seguro lo tratan de Alejandro, como si lo conocieran. Bueno, se lo merece. Sarna con gusto no pica. Muy vulgar todo.
ResponderEliminarGustavo
yo no entiendo esta posición que tiene Talavante. Coincido con el compañero que dice que le parece vulgar; además la técnica y el análisis del toro y su toreo brilla por su ausencia.
ResponderEliminar