Decía
Marcial Lalanda algo así como que hay toreros que ya salen del hotel
con la faena ya pensada, lo que evidentemente es un error, porque no
hay dos toros iguales y todos tienen su faena “… he tenido tardes
o temporadas con decaimiento, pero apenas he conocido el toro al que no se pudiera hacer faena” . No recuerdo si era él o Domingo
Ortega el que decía que siempre que le había cogido un toro había
sido culpa suya, no del toro. No he visto, no he querido ver, y
espero no hacerlo (supongo que al final no lo podré evitar) lo de Talavante con los victorinos, ya se que habrá quien diga que hablo
sin saber, pero ni quise, ni quiero, porque tengo el convencimiento
de que Talavante es uno de esos toreros que sale del hotel con
la faena pensada y para colmo esa faena que lleva pensada a la plaza
y que ya he visto unas cuantas veces, no es que no me guste, es que
eso, lo digo sin ambages, no es torear. Empiezo con Marcial y acudo
ahora a las celebres palabras de Domingo Ortega en la no menos
celebre conferencia en el ateneo : "Ustedes , aficionados,
a poco que recuerden, habrán visto muchas veces en las corridas de
toros faenas de veinte, treinta, cuarenta pases y el toro cada vez
más entero..." "¿Cómo es posible que con esa cantidad de
pases aparentemente bellos para la gran parte del publico, el toro no
se haya sometido? La respuesta es muy sencilla: lo que ha ocurrido es
que el torero ha estado dando pases, y dar pases no es lo mismo que
torear". Lo único que le anima a uno de esta verdad
incontestable es que ya en la época de Domingo Ortega había toreros
de estos, lo que mas desanima es que hoy prácticamente son así
todos.
Mucho
me temo que no necesito ver a Talavante para haberlo visto el otro día : pierna contraria retrasada, suerte descargada y el trapo
acompañando la embestida del toro, ni mas ni menos, si el toro acude
a esta representación con buena voluntad, todo el mundo contento (a
pesar de que eso es “destorear”), si no, pues culpa del toro que,
así lo ha declarado el propio diestro, no embiste por derecho. Yo
sugeriría que en las ganaderías pusieran un domador para indicar al
toro como debe embestir, o a un tio como ese de los perros que
en un programa televisivo educa a los canes díscolos, pero en
tal caso a este y otros toreros les pediría que me indicasen donde
esta la gracia de ver a un tío ponerse pinturero delante de un bicho
que todos sabemos de antemano lo que va a hacer, es decir, que
podríamos torear cualquiera: la gracia de Alonso es que si yo piloto
su Ferrari me estrello en la primera curva pero el puede ganar a
cualquiera con él, la gracia de ser torero es que Pepe Luis Vázquez hubo uno y ni en mil vidas ni yo ni ninguno de los que
solemos asistir a las plazas, podríamos ser Pepe Luis .
Talavante y otros presuntos toreros de hoy en día no se dan cuenta
que lo que reclaman al pedir un toro que "embista por derecho",
sumiso, domesticado, es la despersonalización del torero: sé que yo
nunca podría ser ninguno de los toreros que hasta ahora he citado,
ni Joselito, ni Belmonte, ni Bienvenida, ni Manolete ni el Viti, ni
Curro Romero (pues sí, Curro Romero también), ni tantos
otros, pero es que también ellos sabían que eran únicos e
irrepetibles, que ellos y nada mas que ellos podían hacer delante de
un toro lo que hacían. Toda la tauromaquia se basa en hacer al
toro que haga lo que no quiere hacer, como por ejemplo embestir por
derecho, si el toro hace lo que tiene que hacer sin que nadie se lo
mande, o sobra el torero o sobra el toro o, ay, sobran los dos.
El
mal que aqueja a la fiesta es que los toreros solo piensan en la
forma, no en el fondo, el concepto, yo a veces creo que a lo
mejor además de torear deberían muchos leer un poco, no mucho: la celebre conferencia de Domingo Ortega en el Ateneo (esto esfundamental), Juan Belmonte matador de toros, de Chaves Nogales, la
tauromaquia de Gregorio Corrochano y las gracietas del Guerra y de
Rafael el Gallo, solo eso, y así coger el “conceto”. Otra vez
Domingo Ortega: “el torero ha de resolver en pocos segundos problemas muy difíciles de los que depende su vida”, por lo visto
los toreros de hoy creen que cuando un toro plantea problemas, lo que
hay que hacer es eludirlos, no resolverlos, cosa que, por desgracia
es el signo de los tiempos, en los toros y en todo lo demás. Por
cierto, alguna de las citas las tomo de otro libro más que
recomendable “10 toreros de Madrid” de Andrés Amorós.
Santiago Hidalgo
Nota: añado un texto escrito ayer por De Purísima y Oro (por cierto, el texto de Santi nos llega desde Valladolid y creo que el de Purísima , también)
Toda aquella creación del toreo clásico pasado por Belmonte, Chicuelo y Manolete, es ahora cuestionado por el toro del siglo XXI, en el que cruzarse, dar el pecho, cargar la suerte, es las más de las veces un recurso literario y estilístico, que un fundamento técnico y necesario. Ahora se torea como Pereda. (Talavante, Manzanares, Juli...)- Lo del paréntesis es mio-
Foto: Juan Pelegrín
Amén.
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