Rafael Cabrera (Aquí la crónica completa)Perera se enfrentó a Pelaíto en ese toreo moderno que hoy priva del sentido y de la educación al público de aluvión, a los isidros de ayer. Los privó del sentido… del gusto y de la educación, ¡vaya que sí! Ante las llamadas al orden “constitucional” del toreo, de la colocación, de la cargazón de la suerte, de echar la pata para delante, de ganar terreno o al menos no retroceder, el público acometió también contra los contraventores de la contracultura taurina moderna, insultándolos sin piedad y arreciando en los aplausos. Muchos de los aficionados, los más, optaron por el silencio y sobre el mismo se edificó el triunfo del toreo contemporáneo. Reconozcamos, al menos, que Perera anduvo firme –salvo en el constante paso atrás-, que bajó mucho la mano y tiró del bicho, que aguantó muchas miradas estoicamente y algún parón. ¡Ay, si hubiese toreado hacia delante!, hasta yo mismo me rendiría a sus pies. Pero no; ligó y bastante a base de no molestar al animal, de cederle el paso, retrocediendo en cada lance para quedarse descolocado, exageradamente, retorciéndose a cada paso en esa postura cuasi inverosímil de cite, y donde no se remata un pase para ligar el siguiente… dejándole la muleta siempre en la cara. Toreo contracultural sin duda, y donde el mérito reside en dejar que el bicho pase por allí, sin molestarlo mucho en su recorrido, a base de echarse siempre para atrás. Como uno ha crecido en otra época, creía que el mérito consistía en ganar terreno y hacer que el toro fuese por donde quería el maestro y no al revés, forzando su viaje para que rodeara el cuerpo del espada y rematando el pase –finalizándolo, en suma- para ligar el siguiente volviendo a estar colocado ante el toro.
jueves, mayo 16, 2013
Sobre la actuación de ayer de Perera
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El maestro Cabrera tiene toda la razón, pero para este estado de cosas debe haber una causa. La causa es que cruzarse, bajar la mano, ganar terreno y echar la "atlante" eran maniobras obligadas para dominar, someter a los toros. Ahora no se torea para "someter",si no para "sostener". Los toros salen sometidos de chiqueros y por lo tanto todo es un "como si". "Como si hubiera toro", "como si se picara", "como si se toreara" y la mayoria del publico, complice de esos "como si", apaluden y piden orejas, "como si se hubieran emocionado con lo visto". LAs corridas de clavel son siempre un "como si" y a veces "un como no". juansintierra
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