Sí, ahora algunos quieren ampliar nuestro lenguaje con términos que procederán del deporte o de otros espectáculos modernos. Se suman adjetivos que muchos no entendemos; a muchos, con perdón de los “artistas” y “sensibles”, se nos hace raro ver adjetivar a ganaderías como “duras”, y muchos nos preguntamos si existe de verdad gente que quiera tener una ganadería “blanda”. ¿Tienen sentido la ética y la liturgia con toros que no sean duros? ¿Todo se reduce a una mera estética visual a cambio del aplauso de muchos?
Comprendo que a muchos les parezca que hablamos una lengua antigua o muerta y que no permitimos el progreso, pero en la libertad, esa que reclaman algunos que se autodenominan profesionales, está el renegar de nuevos términos, sobre todo si uno considera en su libre pensamiento que vienen acompañados de hipocresía, falsedad y consumismo barato.
Extraordinarias las palbras de D. Fernando, sencillez, claridad, verdad, autenticidad,afición, romanticismo y honradez...por personas y ganaderos como D. Fernando merece la pena seguir en ruta
ResponderEliminarPgmacias