Desde el Jergón (una sección de Carlos Alonso)
Primero.- Me recorren escalofríos cuando veo determinadas “inquietudes” entre las huestes de aficionados, parece ser que ahora lo que pone es ser aficionado ilustre, con reconocimiento del “sector” y palmadita en la espalda, y lo que pone aun más que eso a la “troupe” es llegar a presidir festejos y en esas se mueven con las autonomías. De chinorris en el barrio, nadie quería ser policía de mayor, ahora veo que los aficionados quieren tomar el papel de la madera, ay que miedito, con lo bien que se está en el “economato” del Jergón o el tendido.
Segundo.- Santiago López al finalizar su relación con José Tomás (doy gracias a los hados por vivir en la era de este TORERO) dijo que estaban en el camino de que el torero cortase un rabo en Las Ventas. Después obró el milagro con El Fandi, y el granadino adquirió una gran técnica y hasta hubo una evolución en su toreo (luego aprovechó los conocimientos para pasarse al lado oscuro pero eso ya…), sin embargo nunca creí que con Rubén Pinar tuviese tela para hacerse un traje aunque el sastre fuese bueno. Ahora esta pareja también es historia y al contrario que al de Galapagar o a Fandila a Pinar no le veo yo con relevancia en esto.
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Nota: este post lo subí ayer , pero blogger (el servidor del blog) paraece que se la ha "tragado" junto a los comentarios
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