Vía Salmonetes ya no nos quedan:
El Premio al Pastoreo va en esta edición para los escrupulosos veterinarios, garantes del kilogramo, de la presentación, del tipo y del fenotipo, porque este año han cumplido su misión con un celo digno de mejor causa, siempre en contra de las ganaderías interesantes, y por haber aplicado una franciscana manga ancha en favor de las ganaderías que a nadie le importan un pito, salvo a los toreros que se anuncian con ellas, sus apoderados, veedores, palanganeros, críticos de guardia y correveidiles de diversa condición. La figurita del premio representa un cencerro a tamaño natural
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