¿Dónde están los defensores de la fiesta? ¿Dónde tantos intelectuales y gente de buena fe que firman manifiestos y le hacen el juego a los movimientos antitaurinos? ¿Por qué no se manifiestan contra los toreros, auténticos verdugos de este espectáculo? ¿Por qué no contra la Unión de Criadores, apoderados, veedores, empresarios... cooperadores necesarios de esta estafa mayúscula? El enemigo está dentro y no se espanta con firmas en un manifiesto. Hay que culparlos, perseguirlos y echarlos de la fiesta antes de que ésta desaparezca. El enemigo no es el antitaurino, que sólo se limita a recoger el beneficio de la miseria interna.
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