viernes, mayo 14, 2010

Escribe Bastonito:
Este señor (Juan Pedro Domecq), en virtud de sus habilidades mercantiles y ganaderas, es el principal -que no único- artífice de que la cabaña brava española esté hecha un asco.
Gracias a él se ha degenerado la Fiesta, han desaparecido gloriosas vacadas, se han infectado otras, los toreros se han adocenado y el público se ha aburrido y/o embrutecido. Hemos perdido treinta y tantos años de evolución en positivo.
-La infección es grave, se generaliza y se hace sistémica. La infección del la falta de casta, para la que no hay tratamiento eficaz, más aun cuando lo niega el propio paciente, satisfecho, orgulloso y en buena medida ignorante de su propio padecimiento. Porque, al igual que algunas personas no pueden aceptar un diagnóstico, negándose a asumir lo que el mismo supone, el ganadero de esta tarde se niega a reconocer su tremendo error. Esto no es el toro artista, ni siquiera el que no molesta, es el auténtico y genuino buey, fruto del descaste. El problema es que todo el panorama de la ganadería de lidia hispana se halla infectada del mismo mal, y de reses portadoras de tan necrótica enfermedad. Vacas y añojos de ambos sexos que han ido sembrándose y repartiéndose a los cuatro vientos, generando una pandemia que nos conduce a esta seria enfermedad de la fiesta.
-La casta desaparece a pasos agigantados, y es sustituida por un tejido amorfo y afuncional, incapaz de mover al toro y de mantenerlo en pie, sano y vigoroso. Pero sigan, sigan negando la mayor hasta que la defunción sea aplaudida, coreada y vitoreada por los eutanásicos anti-taurinos.

1 comentario:

  1. Si despareciera este toro/burro, cuánto iba a cambiar todoe esto, porque serái el toro el que haría la selección de lo bueno frente a lo malo. Pero es que nadie de los que viven del toro quieren esto.

    ResponderEliminar