Pegapases o menos

Los toros de Valdefresno salían abantos, blandeaban, manseaban y se dejaban pegar sin replicar, pero llegados al tercio de muleta todos han ofecido posibilidades para los toreros. Sobre todo el sexto que ha metido los riñones en el caballo, ha tomado los engaños con boyantía y llegado a la muleta ha dejado a Miguel Tendero con las vergüenzas al aire, suele ocurrir con más frecuencia de la deseada que cuando hay un toro en el ruedo no encuentra un torero que sepa dominarlo. Finalmente varios toros han declinado la pelea ante el nulo dominio de sus oponentes y han desistido al no sentirse dominados y no encontrar nada en los vuelos de la muleta, no han sabido encelarlos, ni siquiera interesarlos en la pelea.

Ni este torero ni los otros dos que componían la terna de esta tarde: Diego Urdiales y Rubén Pinar han sido capaces de dar un solo pase digno de recuerdo. Todo han sido trapazos, mantazos, destoreo, bajonazos e incluso navajazos traperos, especialmente Rubén Pinar ha degollado de vergonzosa manera a sus dos oponentes.

Con la muleta sólo desatinos, los tres han estado por debajo del pegapasismo más vulgar. Y tampoco han acertado con la espada y se han puesto pesados y escuchado avisos.

Los toros eran malos, pero los toreros eran peores y la afición y el público ha llegado a un punto de desinterés y aburrimiento tal que la única distracción consistía en ver a los del clavel protestando las protestas de los protestantes, y no entendemos por qué ni qué defendían ni por qué no protestaban ellos la tropelía que se perpetraba en la plaza.

La plaza no estaba llena hoy, había algunos huecos, se ve que la larga ignominia sufrida durante las semanas precedentes va dejando huella. Si seguimos así acabará vaciándose del todo, como el contenido que ofrece.

Jandro

lunes, 31 de mayo de 2010

Foto: Juan Pelegrín