Ver como la inmensa mayoría de los asistentes -casi media plaza- se rompen las manos de aplaudir a un toro que se arranca al caballo por tercera, por cuarta, por quinta, por sexta vez, acudiendo al cite desde una distancia cada vez mayor, yendo a más y creciéndose al castigo, es un soplo de esperanza que aviva la mortecina llama de la Fiesta. Eso ocurrió en la Corrida Concurso de Zaragoza que tuvo lugar en el día de ayer, 26 de abril de 2008, y sucedió al menos en dos toros, uno de Prieto de la Cal que tomó 6 puyazos, y otro de Fuente Ymbro que recibió 5.
Foto:Antonio José
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