El
novillero peruano Renatto Motta falleció la tarde de ayer después
de que un novillo lo prendiera del muslo y le seccionara la safena en
Malco, Ayacucho. El matador español Emilio Serna y el
colombiano Gustavo Zuñiga, además del peruano César Bazán "El
Yeta” eran sus compañeros de cartel. Tras el cornalón en el coso,
que no contaba con enfermería en firme, fue trasladado a Nazca, a
más de dos horas de viaje, donde falleció en el trayecto.
Vía: Cultoro
Que la tierra le sea leve
Descanse en paz. TORERO
ResponderEliminarPozoblanco en el recuerdo, misma cornada, misma enfermeria y distintos toreros. Descanse en Paz
ResponderEliminarLa muerte de un torero es, le pese a quien le pese, una realidad y mas frecuente de lo que se piensa. Los toreros mueren por su oficio y por su pasión. Las corridas de toros son "reales" y esa es su grandeza. La realidad de la tauromáquia es la verdadera causa de la oposición de las nuevas generaciones "educadas" en una realidad virtual. Los toreros mueren pero permanecen en la memoria de los aficionados. No se puede decir lo mismo de los que mueren en otras profesiones.JUANSINTIERRA
ResponderEliminarGracias a Dios en España después de lo de Paquirri, cambiaron las leyes y en cualquier festejo taurino autorizado, hay como mínimo, un quirófano móvil, una uvi móvil y una ambulancia de traslado. Un cirujano, un ATS y un anestesista,a parte de unas buenas infraestructuras. Una pena que los toreros en estos países, se jueguen la vida de verdad, por seguir soñando.Descanse en paz.
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