¡¡BINGO!!

Hoy en la plaza de toros de Madrid ha ocurrido un hecho insólito: Han coincidido un toro y un torero. Creanme: es dificilísimo presenciar la excepción al famoso aforismo: cuando hay toreros no hay toros y cuando hay toros no hay toreros. Pero hoy por fin hemos podido asistir a esa conjunción interplanetaria los asistentes a las Ventas, es un hecho tan inesperado y tan emotivo que algunos aficionados nos pellizcábamos para comprobar que estábamos despiertos, otros lloraban de emoción y alegría y lo festejaban abrazándose entre ellos. Qué afición más tierna la de las Ventas: con unos cuantos muletazos y una buena estocada se les erizan los vellos, se les pone la piel de gallina y explotan de felicidad.

El toro era de la ganadería de Alcurrucén, se llamaba "Malagueño", tenía el pelo castaño y pesaba 563 kilos, ha saltado al ruedo en segundo lugar y ha estado a punto de cantar la gallina en el primer puyazo, pero se ha arrepentido, ha vuelto en busca del caballo y se ha empleado en el embroque, pero mayor sorpresa ha causado cuando se ha arrancado de nuevo de largo y ha vuelto a enfrentarse al caballo en un segundo puyazo empujando de verdad. Su condición de bravo era indudable.

El torero era  David Mora, que volvía a Madrid después de la terrible cogida recibida en esta misma plaza hace dos años, ha brindado el toro al doctor García Padrós que le atendió en ese momento. Antes de eso se había fajado con el toro bravo y noble en un quite por gaoneras muy ajustadas en respuesta a las mismas que había dado en su turno Roca Rey, también muy dignas.

Con la muleta en la mano ha citado al toro que ha tardado en arrancarse y ha intentado el pase cambiado como comienzo de faena, ha realizado el cambio tarde de forma que el toro le ha encunado echándosele a los lomos y ahí ha estado a punto de concluir su tarde pero la suerte esta vez no le ha sido esquiva y una vez  repuesto del chok producido en la caída ha podido retomar los trastos y realizar una faena digna del enemigo que tenía enfrente, varias series de redondos ajustadas y una por naturales y se ha retirado a por la espada de verdad, de vuelta a la cara del toro le vuelve a citar por naturales y "Malagueño" se arranca de lejos con una codicia inusitada, al galope, habría tenido tiempo para recuperar el aliento, se había venido arriba y se enfrentaba con más arrestos a su matador. No se ha atrevido Mora a enfrentarse más por ese pitón y le ha acortado el viaje cerrando la serie con rapidez cuando todavía el toro tenía mucho que torear por ese magnífico pitón izquierdo, ha montado la espada y le ha matado de estocada fulminante.

Dos orejas para David Mora y Puerta Grande y vuelta al ruedo para "Malagueño", merecidísima por cierto.

El rabo para la afición por su inagotable paciencia y su fe en que llegaría un momento como éste.

Ha brindado Mora el quinto toro a Vargas Llosa que con Isabel Preysler disfrutaban de la tarde en una barrera del 9 pero la falta de clase del toro le ha impedido el lucimiento.

Ha habido más toros, otros cinco también de Alcurrucén, pero ninguno parecido a Doctor, aunque la corrida estaba bien presentada, con trapío y hechuras, pero con mucha mansedumbre y poca clase, el peor lote le ha correspondido a Diego Urdiales que no ha tenido su tarde y tampoco Roca Rey ha sido capaz de acoplarse con sus toros.

Ángel Otero ha puesto dos buenos pares de banderillas al quinto toro e Israel de Pedro ha picado bien a Malagueño.

Hoy la afición ha renovado una vez más su fe en la tauromaquia.

Jandro

24 de mayo de 2016

Fotos : Andrew Moore