No deja de sorprenderme que esta foto la haya obtenido vía el Twitter oficial sobre Alejandro Talavante @infotalavante. Uno ya duda de si se ríen de todos o es que ya ni lo ven...
Es la tauromaquia preconizada en México tras la desaparición de Manolo el mandón: la del medio toro, cornicorto, aculado y sin empuje, que permite esos falsos alardes de valor conocidos como "arrimón". A esta pobre gente de México se le ha engañado por décadas enteras desde medios como Unicable, asegurando que el arrimón es la máxima prueba de valor, pues "el torero pisa los terrenos del toro". Lo que es necesario explicar es tan sencillo como evidente: que un animal criado exclusivamente para desarrollar pocas defensas, no tener nada en varas, y embestir casi caminando, en rigor no es un toro, y no tiene terrenos. También habría que enseñarle a estos pobres aficionados víctimas de un sistema de corruptelas y atajos, que el toro de cerca no ve, y que por ello las cornadas por arrimón son casi inexistentes en el mismo México. Hay que sumar la supresión de las dos primeras partes del muletazo (cite y desarrollo) pues lo que se puede lograr con un bichito reventado es hacerle caminar hasta que el cuerpo pase por la muleta, lo que en rigor es 1/4 de pase. Hay que tener un sistema cundido y podrido, para que las ganaderías punteras de las ferias críen un animal sin pitones, y para que el público estalle de emoción con estos lastimeros y falsos alardes de valor, cuya única incidencia real es la de producir imágenes antitaurinas: la abusiva superioridad del torero, y la infinita miseria de un animal abusado. Lo repugnante es que Talavante lo publique como si fuera algo de valor, y no algo de lo que deberíamos todos sentir una profunda vergüenza. La tauromaquia del arrimón no es tauromaquia, pues prescinde del toro. Tampoco es lidia, si entendemos a esta como la imposición del poder contra la casta. Esto es jugar con una valentía de plástico, quizá recordando a aquellos cirqueros de infancia que introducían su cabeza en la boca de un león sedado, golpeado, cegado por la luz, abrumado en su estomago lleno de agua, y con más ganas de abrir la boca antes que cerrarla. Disculpe en largo comentario, pero me insulta que aún se siga pensando que lo sucedido en México es sinónimo de América.
Es la tauromaquia preconizada en México tras la desaparición de Manolo el mandón: la del medio toro, cornicorto, aculado y sin empuje, que permite esos falsos alardes de valor conocidos como "arrimón". A esta pobre gente de México se le ha engañado por décadas enteras desde medios como Unicable, asegurando que el arrimón es la máxima prueba de valor, pues "el torero pisa los terrenos del toro". Lo que es necesario explicar es tan sencillo como evidente: que un animal criado exclusivamente para desarrollar pocas defensas, no tener nada en varas, y embestir casi caminando, en rigor no es un toro, y no tiene terrenos. También habría que enseñarle a estos pobres aficionados víctimas de un sistema de corruptelas y atajos, que el toro de cerca no ve, y que por ello las cornadas por arrimón son casi inexistentes en el mismo México. Hay que sumar la supresión de las dos primeras partes del muletazo (cite y desarrollo) pues lo que se puede lograr con un bichito reventado es hacerle caminar hasta que el cuerpo pase por la muleta, lo que en rigor es 1/4 de pase. Hay que tener un sistema cundido y podrido, para que las ganaderías punteras de las ferias críen un animal sin pitones, y para que el público estalle de emoción con estos lastimeros y falsos alardes de valor, cuya única incidencia real es la de producir imágenes antitaurinas: la abusiva superioridad del torero, y la infinita miseria de un animal abusado. Lo repugnante es que Talavante lo publique como si fuera algo de valor, y no algo de lo que deberíamos todos sentir una profunda vergüenza. La tauromaquia del arrimón no es tauromaquia, pues prescinde del toro. Tampoco es lidia, si entendemos a esta como la imposición del poder contra la casta. Esto es jugar con una valentía de plástico, quizá recordando a aquellos cirqueros de infancia que introducían su cabeza en la boca de un león sedado, golpeado, cegado por la luz, abrumado en su estomago lleno de agua, y con más ganas de abrir la boca antes que cerrarla. Disculpe en largo comentario, pero me insulta que aún se siga pensando que lo sucedido en México es sinónimo de América.
ResponderEliminarQue puta vergüenza.
ResponderEliminar¿A esa inmundicia la cantó un fandango o esta vez fue un corrido en atención al público azteca? ¡Qué penita!
ResponderEliminarJRM
De asco calificaria Lo que está ocurriendo este año en las Américas, preparaos para Lo que nos espera aquí la temporada próxima.
ResponderEliminarCiertos días, comprendo los anti.
ResponderEliminarCiertos días, entiendo los anti.
ResponderEliminarUna insulta màs a los aficionados, a la corrida: otro enemigo del interior! Torero de m...a conn una cabra de mierda
ResponderEliminar