Fue en otro tiempo, y con la actitud explosiva, violenta de aquellos aficionados, los de hace casi un siglo, en que la cosa pudo haber terminado bastante mal. El asunto es que la empresa tuvo a bien presentar toros de Zotoluca que no tenían el trapío ni la edad y esos dos factores, entre otros que se respiraban en el ambiente –como el aumento en el costo de las entradas, por ejemplo- sirvieron para que el público se pusiera materialmente de “uñas”, e incluso terminara actuando en consecuencia, lanzando cojines, destruyendo láminas publicitarias para arrojarlas al callejón o al ruedo. Pero lo que alcanzó el mayor nivel de tensión fue el momento en que el pueblo se lanzó de los tendidos al ruedo, invadiendo en forma por demás inesperada dicho espacio, para reclamar que sus derechos habían sido burlados, de ahí que demandaran la devolución de las entradas.
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El cartel era sumamente atractivo: Juan Belmonte e Ignacio Sánchez Mejías con los astados tlaxcaltecas que fueron el motivo de aquella bronca de órdago
Tal remembranza viene al caso por el significativo cambio de actitud que tomó el domingo 3 de noviembre el público que asistió a la plaza de toros “México”, portándose con una pasmosa decencia,
Vía: Aportaciones Histórico Taurinas Mexicanas les enlazo al post.
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