viernes, septiembre 14, 2012

Sobre el tercio de varas en Francia (y en Castellón)


Sobre el tercio de varas en Francia
Un torero sale a hombros seguido por sus tres cuadrillas, con los seis picadores arrastrando por el albero las pesadas patas de hierro. Habría que remontarse a la época de algunas encerronas madrileñas en beneficio de Montepío para dar con un acontecimiento semejante. Éste fue, sin embargo, el epilogo brindado a los espectadoresceretanos al final de la encerrona de Fernando Robleño frente a seisde Pepe Escolar, durante la cual el torero tuvo la virtud de darle a cada animal su lidia precisa. Y los picadores, por supuesto, se lucieron de lo lindo, como también lo habían hecho la víspera anteuna imponente corrida de Moreno Silva. ¿Son los aficionados franceses tan necios como para rechazar un tercio de varas auténtico a cambio del simulacro ofrecido con demasiada frecuencia en las corridas más comerciales? Nadie se lo plantea. Poco a poco, gracias a la labor de Alain Bonijol, en Francia todo el mundo ha tomado conciencia de la importancia de este tercio fundamental, llegándoloa degustar igual que las mejores faenas. Hasta el punto de que, desde hace años, el picador ha recobrado en este país una popularidad y un prestigio que aún carece en España. Esta situación novedosa para ellos, crea en el mismo seno de la profesión una fractura tan brutal como la que parte en dos el actual concepto de la Fiesta. No resulta casual que el inmovilismo contra el que Bonijol tiene a veces que luchar se note más en el flanco de los picadores de algunas figuras -partidarios del monopuyazo en corto y del caballo percherón- que en el de los que pelean las duras, quienes han comprendido que con caballos ligeros dignificaban mejor su profesión [...] El “Caso Bonijol” demuestra hasta qué punto los primeros interesados en que la Fiesta recobre su salud económica -es decir, los que viven de ella- carecen a veces de lucidez.
[…] Ni cavernícola, ni light: la Fiesta debe reinventarse con el toro como base si pretende sobrevivir a pesar de la diversidad de gustos de aquellos que la sustentan con su aportación financiera. Sería necio, y más aún en periodo de crisis, ignorar los gustos de algunos, cualesquiera que sean, para satisfacer los de otros, cualesquiera que sean también […] Si a estas alturas de la disertación resulta necesario un ejemplo para ilustrar lo que se puede ganar, traigo a colación la reciente feria de Mont de Marsan, torerista y light desde que Simón Casas y María Sara intentaron imponerle sus gustos a la afición local, la cual, este año, ha vuelto a tomar el mando, ofreciendo a su público un contraste brutal: por un lado, dos corridas de figuras de presentación indecente y penoso juego; por el otro, dos corridas de toros auténticas. En las primeras nadie pudo triunfar a causa del pobre juego de los animalitos, mientras que en las otras lo hicieron a lo grande varios toreros quienes, además, ofrecieron una lidia completay tuvieron el detalle de compartir su triunfo con sus cuadrillas. Lamejoría resultó evidente: autenticidad, vistosidad, brillantez,prestigio... ¿Y qué se perdió? Nada […] Ha llegado el momento, en Francia al menos, de poner a las figuras ante sus propias responsabilidades: tendrán que dar lo que pide la afición... o, de lo contrario, quedarse en casa si piensan que no corresponde a su categoría enfrentarse a corridas más dignas y encastadas de las que imponen últimamente.
Vía : Tierras Taurinas, volumen dedicado a la suerte de varas 
Nota : en referencia al ejemplo que menciona la revista sobre Mont de Marsan, quiero añadir el ejemplo de Castellón de este año, feria tras la que la Unión de Abonados y Aficionados de la plaza escribieron en una nota lo siguiente:
En primer lugar cabe discernir que la feria presentaba dos partes claramente diferenciadas: una primera más comercial y una segunda con el desafío ganadero que a priori era un aliciente. Con creces hay que decir que el remate de la feria ha sido superior, hacía años que no se veía en la plaza de toros de Castellón un espectáculo con tantos matices y tan lleno de emoción, superando con creces las expectativa creada sobre el mismo ya que embistieron muchos toros.
y añaden:
 El público que ha asistido este año a la feria de Castellón ha visto que en este espectáculo hay variedad, muchos matices, encastes diversos, formas de embestir distintas. La gente se ha quedado asombrada de ver este magnífico espectáculo saliendo muy contenta del mismo. Este modelo de fiesta no debería ser la excepción sino lo habitual. Instamos a la empresa Tauro Castellón a que mantenga un mismo criterio a la hora de confeccionar la feria; los distintos criterios de organización de los últimos años no han sido beneficiosos para la afición.


1 comentario:

  1. javier, Te equivocas sobre Francia. El Toro se va del centro del ruedo, tres veces afilado pero no es picado. y igual para los mansos.

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