viernes, septiembre 07, 2012

Sobre la corrida de El Pilar en Valladolid (Santi)



¡Copia Morante!
Hay toreros a los que les cuelgan el sambenito de artistas (no se si llamarlo sambenito es lo más indicado, pero en fin) y con tal motivo el público no tiene término medio con ellos, si están bien les aclama, pero en cuanto muestran la más leve fisura la bronca está asegurada. Ayer le ocurrió a Morante en Valladolid, no estuvo bien, pero tampoco tan mal como para que le pitasen en los dos toros, sobre todo en el segundo en el que casi fue abroncado y con característica mala uva algunos incluso aplaudieron al de “El Pilar” un toro que llegó derrengado a la muleta (dale aire dale aire gritaba mi vecino de la grada, yo pensé que el aire lo expendían en los hospitales y a los humanos, me abstuve de decirlo, por mantener buenas relaciones de vecindad, lo que me valió que él y sus amigos me obsequiasen con unos torreznos y un chorizo excelentes entre el tercer y el cuarto toro; todos ellos eran muy de Manzanares y llamaban muleta al capote y gorro a la montera, no llegué a averiguar si al castoreño lo llamaban pamela, pero es probable que sí), en cualquier caso sus dos toros andaban escasos de fuerzas, como casi toda la corrida y poco se pudo ver, si bien es cierto que su primero espabiló con las banderillas y le dio un par de series con la derecha pura estética morantista, para mi lo mejor de la tarde, como quien haya leído mis líneas alguna vez (supongo que Javier y pocos más) sabe que mi Morante es mi Morante, se pensará que no soy objetivo, pero ¿quien es objetivo en los toros o en la vida? Con la izquierda nada de nada aunque pareció intentarlo. Decir que ambos toros andaban justos de pitones es poco decir y no se si tampoco seré objetivo en esto, pero lo cierto es que ninguno de los seis que salieron de corrales tenía la menor seriedad por delante, he visto novillos mejor armados que lo que ayer salió en la plaza del paseo de Zorrilla. También estuvo bien con la capa en su segundo rematando un quite por chicuelinas con una revolera magnífica.
A Padilla que reaparecía en Valladolid se le hizo saludar antes del comienzo de la corrida, recogió el saludo en el tercio y lo compartió con sus compañeros de cartel que saludaron de mala gana. Colocó buenos pares de banderillas a sus dos toros y toreó bien a su primero, o todo lo bien que le cabe torear a Padilla, debo decir que a mi hija le encantó y no hacía más que insistir en el mérito que este torero tiene, cosa que es innegable. En cualquier caso su faena al primero no estuvo exenta de cierto gusto, su segundo llegó sin fuerza alguna a la muleta y padilla se arrimó y le sacó lo que cabía sacarle que era más bien poco, así que se le dio una oreja.
Ya se sabe que Belmonte decía que se torea como se es y Manzanares, como mi hija no se cansó de repetir durante toda la corrida, es guapo, guapísimo, y así es como torea, guapo. Ignoro si además de la belleza Manzanares atesora otras cualidades, desde luego su toreo no es más que guapo, compone bien la figura, pero utilizando un modismo corriente hoy en día, no es que toree con el pico de la muleta, es lo siguiente. A su primero con tan buenas hechuras como poca cara (poquísima) un toro de infinita nobleza que acudía presto y fijo en la muleta y repetía sin cesar le articuló varias tandas de muletazos tan “guapos” como despegados, se empeñó en matarlo recibiendo y marró dos veces (en la suerte contraria, ignoro el motivo) así que le mató finalmente al volapié a la segunda intentona, la faena dejó un poso tan hondo que se lo obligó a salir a saludar al tercio, yo no entendí nada de lo que allí ocurría, mi hija al parecer sí, porque como el resto del público estaba encantada. Cuando salió a torear, es un decir, su segundo alguien gritó ¡Copia Morante! lo que fue bastante jaleado por el personal, que al parecer piensa que no hay suficientes toreros que toreen con el pico y fueracacho, con la pierna contraria retrasada y todas esas lindezas de la neotauromaquia, que, ay, ya empieza a no ser tan nueva por consuetudinaria, en fin, estuvo como siempre y se le dio una oreja. El día que Morante copie a Manzanares yo dejaré de ir a los toros, cosa que probablemente no les importe a ninguno de los dos.
En resumen, tarde hasta cierto punto entretenida, más para unos que para otros, toros sosos y escasos de fuerza y pitones, suerte de varas inexistente, muy bien la cuadrilla de Manzanares, un par de orejas de regalo y cincuenta euros menos en mi bolsillo porque la entrada más barata en Valladolid es a 25 (se negaron a venderme una grada de sol de a 16 a pesar de que en grada de sol no había nadie, un misterio insondable). Eso sí, mi hija salió muy contenta, lo cual como padre y aficionado me congratula bastante.  
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Foto: Juan Pelegrín (no, la foto no es de ayer pero se que le gustará a Santi)

3 comentarios:

  1. Enhorabuena, fántastica crónica. Amena, didáctica y de fácil comprensión para los que no estuvieron allí, al contrario que los críticos actuales, pues no sé qué extraña razón los lleva a escribir de forma que no se entienda un carajo lo que sucedió en la plaza.

    Saludos.

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  2. ¿Misterios insondables? Cuentan que en San sebastián de los Reyes, Pepe Castilla y Martín Recio no pudieron comprar las entradas más baratas de sol porque estaban agotadas. Había menos de un cuarto de entrada en la novillada de Fuente Ymbro.
    Pidieron la hoja de reclamaciones, como debe ser.

    La Chapuza Nacional.

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  3. Muy bien escrito papá ;) no me canso de leerlo jajaa

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