Estamos perdiendo la batalla terminológica, el Taurinismo Oficial Reinante ha conquistado el término Taurino, y los aficionados se lo hemos dejado, lo hemos abandonado, dice el Diccionario de la Real Academia lo siguiente:
taurino, na.
1. adj. Perteneciente o relativo al toro o a las corridas de toros.
2. adj. Aficionado a los toros. U. t. c. s.
3. adj. Arg., El Salv. y Ur. Dicho de una persona: Nacida bajo el signo zodiacal de Tauro. U. t. c. s.
A pesar de ello, los aficionados huimos del término, si cualquiera de nuestros conocidos y/o amigos, conocedor de nuestra afición a los Toros, en una conversación cualquiera nos califica, con toda la buena intención, como Taurino, saltamos como el alma que lleva el diablo, para aclarar que no somos taurinos, que somos aficionados. Si el que nos llama Taurino es otro aficionado la ofensa es superlativa. No creo que debamos recuperar el término, contaminado para siempre, quizás pedir a la Academia que corrija su segunda definición, y la cambie por lo que se entiende por Taurino, y que amplien el diccionario con el término Taurinillo. Podría ser algo tal que así:
taurino, na.
taurino, na.
1. adj. Perteneciente o relativo al toro o a las corridas de toros.
2. m. y f. Truhán que se lucra de lo relativo a los toros.
3. adj. Arg., El Salv. y Ur. Dicho de una persona: Nacida bajo el signo zodiacal de Tauro. U. t. c. s.
taurinillo, lla.
1. m. y f. Persona cuyo interés es estar cerca de los Taurinos, o incluso hacerse pasar por uno de ellos. Son muy peligrosos para la Tauromaquia, especialmente los que se camuflan de aficionados a los toros.
Ojo, que nos pueden hacer un roto muy grande con nuestro consentimiento.
La definición como anillo al dedo...
ResponderEliminarDe estos ultimos hay muchos y cerca de nosotros, para luego ir con el cuento a los TAURINOS DE verdad, estos si son peligrosos, a los TAURINOS de verdad se lo ve venir, los otros son unos falsos aficionados, son ESCORIA ABRAZAFAROLAS.
ResponderEliminarJUAN CARLOS