"La suerte de varas es la piedra de toque que define los tipos de corridas. Para asegurar el porvenir de la fiesta hay que cambiar la suerte de varas. Cuando se instauró lo de los tres puyazos, en el año 65 parecían pocos. He visto en Las Ventas entrar un toro hasta nueve veces al caballo y tirar dos picadores. Tuvo que salir el picador de reserva que había entonces, que para poder picar al toro tuvo que poner el caballo apoyado en la barrera. En Francia se ha producido una reacción contra la suerte de varas actual, ya que, de seguir así, va camino de desaparecer. Han sacado un nuevo peto y un caballo más ligero y he visto al público de pie, aplaudiendo al picador, después del quinto puyazo. El contratista de estos caballos, quien posibilita este cambio, se llama Alain Bonijol. Sueño con una suerte de varas renovada, con una puya de tienta, con caballos móviles y ligeros; con una suerte movida, parecida a la del siglo XVIII, que se picaba al galope... En mi sueño, al toro se le darían cinco, seis, diez, doce ó veinte puyazos. ¿Por qué no?"
Jeff PledgeVía : Sol y Moscas
Foto: Toro "Mulillero" de Adolfo Martín
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