Escribe, en su blog, Montero Glez:
Soy aficionado al planeta de los toros, aficionado a secas, no un aficionado práctico pues nunca me puse delante de uno. Por lo tanto soy lo que los franceses llaman voyeur, un mirón, dicho en el lenguaje con el que se escribió el siglo de Oro.
Y como mirón que soy, sé a ciencia cierta que no puede darse goce en contemplar artes estáticas, pintura, escultura, fotografía, ya que impiden el disfrute, pues el mirón no espía tanto el objeto como el movimiento del mismo. Por eso me gustan los toros y por eso me gusta tanto leer novelas donde el escritor muestra aquello que nadie puede ver y te invita a echar un vistazo por el ojo de la cerradura.
Las corridas de toros excitan al mirón por ser arte dinámico y, por lo mismo, fugaz. Hemingway aprovechaba la fugacidad para clasificar el toreo como arte menor. La fugacidad le impide ser arte mayor, dejó dicho en su libro, Muerte en la tarde. La posición del mirón en los toros es nueva, si es que viejos no son 200 años. Cuentan las crónicas que es a partir del siglo XIX cuando el público ya no toma papel activo, antes saltaba a torear y los alguacilillos tenían faena pues su labor era la de guardar el orden en el redondel frente al caos que significaban los espontáneos. Hasta hace 200 años la gente no iba a mirar, iba a participar.
Por todo esto resulta que, la figura de Don Tancredo, al ser arte estático, no ha sobrevivido. Tancredo López, inventor del tancredismo o suerte del pedestal demostró que el animal embiste sólo a los estímulos. Tancredo López hizo esta suerte famosa pero no fue idea suya pues estando en Cuba, en 1898, se la vio hacer a un mejicano de nombre Orizabeño. Lo leo en el Cossío.
Cuando leí la primera novela de Montero Glez; Sed de champan, (que no es una novela de temática taurina),no pude resistirme y le envié un mail diciendole: "es lo más taurino que he leido después del Cossio" y me contestó: "Gracias".
ResponderEliminarEste escritor me parece un autentico genio y me alegra mucho que sea aficionado¡¡¡
El texto del post forma parte del seguimiento/información que durante mucho tiempo, Montero Glez ha hecho en su blog para terminar "pariendo" su novela, Pólvora negra (Premio Azorín 2008).
ResponderEliminarEs un autor poco común, pero que siempre deja en sus novelas un toque taurino para recordarnos a sus lectores la afición que tiene por la fiesta.
Antonio José, un servidor está contigo, el Montero es un auténtico genio.
en el inicio del post enlazado Monero Glez escribe:
ResponderEliminar"Miguel Hernández confeccionó algunas de las biografías que aparecen en el Cossío, la mejor enciclopedia del planeta de los toros. Machaquito, Guerrita, Vicente Pastor, aquél que llamaban el Niño de la blusa, son figuras que ahora estudio. Lo hago para nutrir de sangre y vestir de luces esta novela. A veces creo que puede resultar más acertado otro título y, en vez de Pólvora Negra, llamarla Carne de lidia. "
Por favor, soy un aficionado de Trigueros , hecharle un vistazo al articulo q habla de Cuadri en http://ambitotoros.blogspot.com/ y comentar algo, por favor.
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