viernes, diciembre 12, 2008

Chicago y los toros -Francisco Pascual- (el papa negro)


Ser editor del Chicago Tribune y majadero no son cosas incompatibles. Habría que recordar que la plusvalía como el humo ciega los ojos. A la vista está.
Un abrazo

CHICAGO Y TOROS
Francisco Pascual
11 de diciembre de 2008.-
Cuando Sam Zell compró el “Chicago Tribune” en 2005 ordenó que pusieran en la entrada a la redacción un enorme póster de un encierro de San Fermín con la siguiente leyenda: "No porque una tradición se haya hecho toda la vida, deja de ser estúpida". Zell es un constructor que ha hecho fortuna a base de barnizar con hormigón la costa de California y, a través de la fotografía del toro persiguiendo a un mozo, quería advertir a los periodistas más clásicos que debían abandonar sus métodos de trabajo para adaptarse a los nuevos tiempos. En el póster concurrían dos majaderías de mayor gravedad que el insulto a los pamplonicas:
1. El desprecio a una redacción galardonada con decenas de premios Pullitzer.
2. El alarde de ignorancia disfrazado de técnica de motivación: como yo no entiendo los encierros de San Fermín y creo que son una idiotez, todo el mundo debe pensar igual que yo y, además, debe motivarse para transformar sus métodos de trabajo. Irrefutable.
El Chicago Tribune es un periódico centenario con más de 550.000 ejemplares de difusión diaria. Más que el diario de la capital de Illinois, es parte del alma. Es el dueño del equipo local de béisbol -algo así como si La Vanguardia fuera la propietaria del Barcelona- y su sede, The Chicago Tower, es un vestigio clásico que engarza la ciudad con sus raíces.
Cuando esta semana el grupo Tribune se declaró en quiebra, pensé que el insensible constructor podría tener razón, que los reporteros míticos han sido incapaces de adaptarse a la era digital y que la crisis publicitaria ha hecho el resto. Pero después me vino a la memoria la frase con la que Zell conquistó mi eterna antipatía: "Todavía no sé cómo hacer dinero de un premio Pullitzer". Y entonces concluí que, por desgracia para los del Tribune y por fortuna para los demás, hacer periódicos todavía es diferente que recalificar terrenos.

1 comentario:

  1. Pues mejor,que nos dejen a los idiotas de Iruña hacer el idiota y que todos esos anglosajones se queden en su "ondarra"de pais. Australianos y Neozelandeses tambien.

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