martes, septiembre 19, 2006

"La Lidia"


" (...) De modo que cuando asumì las tareas de director en la fundaciòn de El Paìs no tuve que darle muchas vueltas a la hora de sugerir a Joaquìn Vidal que se uniera a nuestra aventura como titular de la secciòn taurina. Poca gente sabe que, asì como el deporte tardò en adquirir la relevancia adecuada en las pàginas del que serìa el periòdico de la transiciòn por antonomasia, la tauromaquia mereciò desde el principio trato de privilegio, debido en parte a las presiones que al respecto hizo el propio Josè Ortega Spottorno, que veìa en aquella secciòn un signo distintivo del caràcter orteguiano del diario. El nombre de La Lidia, que todavìa encabeza las pàginas de toros y que no era frecuente en la època, lo pusimos precisamente a instancias de Josè. Por lo demàs, la personalidad y pluma de Vidal encajaban perfectamente con lo que desde el primer momento querìamos que fuera la crònica taurina: un brindis literario y cultural a la controvertida tradiciòn minoica que pervive entre nosotros, (...) "
Juan Luis Cebriàn en el pròlogo del libro "Crònicas Taurinas de Joaquìn Vidal."
Foto: Día de la salida del primer número del El País, fué en 1976.

1 comentario:

  1. Latiguillo, hace unos meses, publicaba una carta abierta al director de El País sobre este asunto. También fue enviada al periódico, que no se dignó -¡faltaría más!- siquiera a acusar recibo, y menos aún a publicarla.

    Joaquín Vidal sigue vivo en la memoria de todos los aficionados, e incluso de aquellos que, no siéndolo, van de adalides de una fiesta a la que llevan a la perdición. Envidia y mezquindad, a partes iguales, adornan el retrato de la práctica totalidad de la crítica taurina contemporánea en todo lo que se refiere a Joaquín Vidal. Son así de mediocres.

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