- La faena de Talavante debió premiarse con una sola oreja.
- No, con dos
- Bastaba una oreja y vuelta al ruedo
- No, debió ser oreja y gran ovación
etc..etc
Me aburren esas conversaciones sobre despojos. Lo importante es lo visto y lo sentido en la plaza. Hablemos de eso.
Si me lo permites Javier, lo importante es que haya de qué hablar, de una, de dos, de una y vuelta... de lo que sea, pero tener que hablar. Lo malo es cuando sales y tienes que ponerte a hablar de lo mal que juega el Madrid porque no te acuerdas de nada de lo que has estado viendo durante dos horas y pico.
ResponderEliminarUn saludo
Es más: imaginaos que se prohibieran taxativamente las orejas y demás premios de casquería. ¡La de cantidad de claveleros indignados que tendríamos en nuestros cosos! A nosotros, lo mismo nos daría. Porque vamos a emocionarnos. Y Talavante emocionó a muchos ayer, a mí entre otros. Y está bien que a otros no. Así tiene que ser.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo.Medir la emoción y la verdad es imposible. Cuantificarla, más aún. O se torea de verdad o no. Es un todo o nada. A quien le importan las orejas...
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