Es del todo discutible la idea de que la conducta de un toro en el caballo no tiene mayor relevancia. La idea produjo escándalo al ponerse en circulación hace tiempo. Veinte años. Pero ha ido ganando adeptos y ahora mismo parece bien instalada. La idea lleva de sostén otra de futuro: la de que la próxima parada es la fiesta incruenta. Sin caballos de pica, por tanto. De momento no ha terminado de formularse la segunda parte de la ecuación. Pero parece cuestión inminente. Del indulto del toro sin fiereza a la supresión de la suerte de varas media una distancia todavía desconocida. Pero ese trecho se acabará recorriendo. Podrá entonces llegarse a la selección en virtud de las aptitudes de un toro para la danza antes que para el combate.
Nota: estas lineas las leo en la página web de la revista Aplausos. No he leído, por ahora, el resto del artículo.
Fotografía: Sánchez Mejías
Dibujo: Disney.
Este tio es mas ambiguo que Miguel Bose. Aparte que ya puede recitar la biblia en verso que su credibilidad es nula. Las vedades del Barquero,que nombre mas bueno.
ResponderEliminarKaparra.
(JAvier :que pasa con el url que no me deja poner mi nombre)
Ni idea.
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