Lo que cambian los tiempos (Oselito)

Copio el e.mail recibido :
La Guerra

“Según aseguran fueron difíciles los toros; seguramente con que fueran toros, sería lo bastante para imponer pavor. ¡Ah el imperio del becerro! La tarde se dio mal, los billetes se pagaron caros, el arte no apareció en ningún momento, la afición se aburría y se cansaba, el bostezo fue la expresión de la fiesta; la fiesta del sol, de la alegría, del valor y la majeza. ¡Que si quieres!. Pero faltaba el rabo por desollar y salió el último toro a la arena. La batalla del Marne fue pálida sombra ante la serie de desastres y sorpresas que ofreció la lidia de este desgraciado animal.

Todos los estoques en manos de los lidiadores fueron pocos para acabar con la vida del enemigo. Cagancho metido en la barrera esperaba el paso para clavar el acero. El público saltó el redondel y amenazaba y aún sacudía a los artistas, la Guardia Civil daba toques de corneta y cargaba sobre la multitud, el presidente imponía multas y encarcelaba a los diestros, estos salían apostrofados por el público y custodiados por la Guardia Civil. ¡Guerra! ¡Guerra!¡Hermosa fiesta de toros! ¡Dechado de majeza y virilidad! ¡Guerra! ¡Guerra!”

La Lidia. Nº 438. 29 de agosto de 1927.