Pero
qué decir de la impagable, chulesca, goyesca manera de Fernando
Sánchez de andarle al toro. Qué decir de esa paradójica forma de
ir al toro yéndose de él, con pasmosa parsimonia, para clavar
después, a la media vuelta con la consiguiente dificultad para
“ganarle la cara”. No fueron éstos, detalles formales, puramente
estéticos. Esto era la obra de un torero sabedor de la historia de
su profesión, dispuesto a contribuir a su continuidad y consciente
de su propia responsabilidad. El par de Adalid fue heroico; el par de
Fernando Sánchez creo que fue histórico.
Jean Palette Cazajus
Foto; Paloma Aguilar para Cultoro
Jean Palette Cazajus
Foto; Paloma Aguilar para Cultoro
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