Rafael Cabrera ( Buscando la esencia en Francia )en una plaza de apenas 4000 almas, se lidian estas reses que no se dignan en contratar tantísimos empresarios españoles. Allá ellos. La fiesta en Ceret está viva. La plaza rebosaba. La animación era grande y la expectación intensa, de los más variados rincones de Francia y España, aun de Inglaterra, te encontrabas aficionados al reclamo de la autenticidad de la fiesta de toros. Saludabas a unos y otros, porque nos conocemos de tantas ferias donde se intenta buscar aquella corrida de interés… Había camaradería, afición, alegría en cualquier rostro… y toros, sobre todo toros. El resultado…, una plaza a rebosar, aquí, al parecer, no hay crisis; y no la hay ni aun para los españoles que allí acudimos buscando la verdad de la fiesta y eso que, como buena parte de la población, también padecemos las actuales estrecheces económicas. Algo para meditar, sin duda, especialmente para las empresas nacionales, más de mercachifles de rastro barato que de auténticos profesionales y aficionados.
lunes, julio 15, 2013
Una reflexión sobre la Feria de Ceret
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