jueves, julio 04, 2013

Sobre la encerrona de Curro Romero con los toros de Carlos Urquijo (Sevilla 1966)


“Desde el día de la encerrona de Curro -narra uno de los miembros más eminentes de su peña-, cada vez que paso delante de su estatua, me descubro y le digo: -Buenos días, don Francisco López Romero. ¿Qué tal está usted?”. Y añade: “Ese día toreó como los propios ángeles cuando están de buen humor. Le salió bordado. Un sueño. La encerrona, no la vi. Era muy chico. Pero mi padre sí, y me la contó. Fue algo fabuloso”. Y, a su vez, él la describe a menudo, adornándola un poco más cada vez. Algo que también hicieron todos los presentes, engrandeciendo el mito. Gonzalo Sánchez Conde, el gran Gonzalito, que en aquella fecha no había entrado todavía al servicio del maestro como mozo de espadas, por supuesto, también se acuerda. “Tú verás: viajaba en un autobús entre Sevilla y Huelva y, de repente, todos los que iban conmigo se precipitaron alrededor del chófer. Me asusté mucho. Pensé que había algún accidente. Me acerqué también y escuché: retransmitían la corrida de Curro por la radio. ¡Ozú, qué tarde dio mi Curro!”. 
Tierras Taurinas  Opus 21 dedicado al encaste Urquijo 

foto: Abc

3 comentarios:

  1. Éste es un clarísimo ejemplo de cómo el pasado se idealiza. Si vemos el vídeo de aquellos toros, de aquella encerrona, hoy en día sería imposible que se lidiaran. ¿Qué diría éste blog y el autor del Opus si Morante o Juli lidiara una corrida con ésas hechuras?.

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  2. El Arte no tiene hechuras, amigo Raúl!

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  3. Y qué dirían Morante y Juli si se tuviesen que enfrentar a toros con la casta de muchos que lidió Curro Romero!

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