Cada toro tiene sus pases que son los que les pueden dar buenos, quizá veinte o veinticinco. Después ya no es bueno, ya no puede emplearse, el toro no es una máquina, tiene sus corazón y sus pulmones y hay que darle los pases que te pide, los justos mientras tiene recorrido, luego él mismo te pide la muerte. Claro, esto en lo clásico, en el toreo puro, con la muleta pegada a la pierna contraria que es la que tiene que ir adelante, enganchando al toro adelante y rematándolo bien atrás, así un toro tiene los veinte pases, pero si le das el cuarto de pase al toro le puedes dar cien de esos. Pero además de que lo puro es el pase entero, completo, estoy seguro que el público te agradece más que le des veinte pases y le mates pronto, a no estar ahí enredando y enredando dándole pases que no son pases.Rafael Ortega (entrevista realizada por José Ramón Márquez y Andrés de Miguel en el mes de marzo de 1993 y publicada en la revista Encuentros de Catay de 2012)
jueves, julio 04, 2013
Entrevista con Rafael Ortega (marzo de 1993) II
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Así es el toreo bueno.Me imagino el soponcio de la viuda de José ante lo mencionado por el auténtico Maestro Rafael Ortega.
ResponderEliminarCunero.