Después de cinco temporada sin
acudir, ha regresado Victorino Martin a esta plaza tan emblemática para
él, con una corrida seria de hechuras y
comportamiento. El quinto, Garduño, fue justamente premiado con una vuelta. De
haber acertado con las espadas, Juan Bautista y Alberto Aguilar hubieran tocado
pelo.
Cuarta de feria, lleno en tarde calurosa. Se han
lidiado seis toros de Victorino Martin, con trapío y caras asaltilladas,
encastados en conjunto y bravos en el caballo. El mejor por ser el más completo
fué el quinto que tomo tres varas : empujo bien en la primera, acudió del
centro en la segunda que fue corta y romaneó en la tercera tomada del centro
también. Hubo otros dos toros con posibilidades : el
primero, que tuvo buen son por el piton izquierdo pero pocas fuerzas y el
tercero, noble y humillador también, pero que dejo sus fuerzas en tres varas,
la primera interminable. Exigente por encastado y algo de sentido fue el
cuarto, pegajoso y con sentido el segundo, bravo pero corto y a menos el
último.
Juan Bautista palmas y saludo
después de aviso, Alberto Aguilar vuelta y saludo después de aviso, David Mora
palmas y silencio. Saludo Curro Robles en banderillas tras parear el cuarto.
Juan Bautista se encontró en
primer lugar con un toro bravo sin poder, justo de fuerzas, y con buen son por
el pitón izquierdo, sobre el cual el torero basó su faena inteligente,
compuesta de cuatro tandas templadas y ligadas. Cuando probó el otro pitón el
toro se coló. El pinchazo en lo alto y la entera baja le privaron de una oreja.
Su segundo fue un toro encastado que recibió de capote con hondura. Bravo en
dos varas duras, el toro mostró su sentido poniendo en apuros a Alberto Aguilar
en su turno de quites. El toro desarolló mucho sentido por el pitón izquierdo,
y se dejo mejor por el derecho, donde Juan Bautista, aprovechando los viajes
hacia el centro, ligo varias tandas meritorias. Con pundonor el torero francés
cogió la muleta con la mano zurda y después de aguantar algunas miradas,
consiguió darle al Victorino varios naturales de mucha exposición. Volvió sobre
el pitón derecho para un final ligado en corto. Escucho un aviso antes de coger
la espada, dejo una entera y descabello en el mismo centro. Saludo la ovación.
Alberto Aguilar desaprovecho la
oportunidad de hacerse con un triunfo importante al no matar al magnífico
quinto como se merecía. De haberlo hecho a primeras, hubiera seguramente
cortado las dos orejas, a pesar de no haber estado a la altura que exigía tan
bravo y bueno toro. La faena fue larga, entregada, animada, con muletazos
buenos algunos, pero el conjunto pecó de ligereza. Sin embargo, con el público
entregado, el triunfo estaba asegurado.
Su primero fue un toro de mucho
sentido, pegajoso, esperando en banderillas, algo gazapón en la lidia, y que se
le coló al segundo muletazo. Medio rompió por el pitón derecho, pero no hubo
acople al principio. Si lo hubo después, en una serie entregada. Faena de
corazón. Mato de pinchazo hondo y de una entera. Hubo palmas en el arrastre.
Al primero de Mora lo
castigaron de lo lindo en tres varas – la primera muy dura – lo que le impidió desarollar el buen fondo que se le adivinaba. Mora le dio varios naturales muy
buenos sin poder ligar por la falta de fuelle de su oponente. Pinchazo y entera
de efecto rápido.
El último se desplazó bien en
el capote de Mora que le dio varios lances de bello trazo, pero después del
tercio de varas el toro bajó de tono. Mora lo enganchó muy bien y por abajo por
el pitón izquierdo, pero los muletazos resultaron cortos, porque el toro no
podía dar más.
André Viard/EFE
Fotos: Terres Taurines
Nota: Mundotoro titula la crónica , firmada por Mauricio Berho, "El "torismo" trunca la racha".. Sin comentarios
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