“Hay otros que tienen la ganadería como un negocio… así, la finca debe producirles dinero. El terreno bueno lo emplean entonces para engordar cerdos y sembrar trigo. Y a los toros se les deja lo peor. Aquí sucede al revés: las mejores tierras son para ellos. ¿Ves su pelo tan brillante? Es la bellota que se lo da. Aquí toda la bellota es para ellos. No entra un solo cerdo en los cercados. Nuestros toros son de pata negra… Criar toros no consiste sólo en echarles de comer. También hay que respetar sus condiciones de vida salvaje.---
¡aquí tenemos cuatro toros en diez hectáreas; ellos, en la misma superficie, toda la ganadería!”.----
“Criar toros es, en primer lugar, un asunto de trabajo y pasión. En la radio, la televisión, las revistas… es todo muy bonito. Todos ellos dicen: yo soy el que mejor crío los toros. Está muy bien eso, pero donde hay que comprobarlo es sobre el terreno. Cuando la gente viene aquí se maravilla y nos elogia porque no cometimos el error de las ganaderías industriales. Los que criaban cuatro corridas, ahora quieren vender treinta en el mismo espacio. Aquí seguimos fieles a la crianza natural.---
“La clave está en la admiración que el público siente por el torero. Y para ello, es necesario un toro que imponga respeto. Si no es el caso, es malo para todo el mundo. El espectáculo pierde su interés y el torero, su importancia. En otro tiempo, cuando un torero pasaba por la calle, la gente se agolpaba para verlo. Era la leche. "---
Vía : Opus 10 de Tierras Taurinas dedicado al encaste Atanasio
Foto: Diario de Navarra
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