miércoles, febrero 28, 2007

¡Emoción, coño, emoción!


Ya hace unos meses se hablo de convertir Las Ventas en una zona de copas, así se atraía gente joven y , de paso, se hacía más caja.
Hace unos dias en una conferencia se dijo, copio de la página de Las Ventas, lo siguiente:
Julio Stuick le relevó en la palabra y disertó, con varias interrupciones por aplausos, lo que denominó “Mis reflexiones sobre la plaza de toros de Madrid”.
Distinguió varios puntos, entre los que destacó la necesidad de la comodidad en Las Plazas: “La Fiesta de Toros no ha sabido adaptarse a las comodidades del siglo XXI, hoy se vive mejor que hace 50 años y la gente no paga por estar en una piedra caliente”. La comunicación fue otro de sus puntos fuertes, “si queremos que esto sobreviva debemos hacer que sea una variable en la oferta de ocio de la juventud”. Para ello disertó sobre la necesidad de hacer de las plazas lugares lúdico-culturales, con videotecas, bibliotecas, restaurantes e incluso bares de copas, para una vez dentro de la plaza, y con ambiente taurino, se acerquen nuevos públicos a la fiesta, o por lo menos dijo “conozcan que existe”. Como conclusión final expuso: “Debemos hacer de la plaza de Las Ventas un ser vivo todo el año, y si no existiese, deberíamos inventarla”.
Lo que necesita la fiesta para atraer a los jóvenes (y mayores) es emoción y verdad. Lo demás, cuentos chinos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario