Ahora que se habla tanto del dinero negro, y demás chanchullos, de los taurinos me acuerdo de lo que nos comentaba un torero:
-Mirad, cuando toreo en San Isidro, el dinero me da para un traje nuevo de torear, pagar a la cuadrilla e irme a cenar con mis amigos. Ah, y debo dar las gracias.
La pregunta del millón sería saber el dinero negro que se blanquea en las taquillas de las plazas de toros de este país. A ver para qué se piensan algunos que hay tanto constructor metido a empresario, cada año las plazas con más cemento y al final de año los resultados estadísticos dicen que han aumentado el número de espectadores.
ResponderEliminarSaludos y buen fin de semana a todos.