La verdad, es que tardes como estas, aunque ni hayamos visto torear, hace que uno se reencuentre con sensaciones y sentimientos a ratos perdidos. Tardes como esta hacen afición, hacen que el Toro, convertido en un mero papel secundón y totalmente faltado al respeto por unos cuatreros que solo tienen afición por papeles violetas del número 500, vuelva a ser ese animal bello, temido y con ganas de guerra. En otras palabras, el Toro bravo y encastado, con trapío, que imprime sensación de terror en el ruedo y en los tendidos y que va a vender cara su piel, lejos de "colaborar" para plasmar lo que alguno llamaría una "obra de arte". Señores, esto es Su Majestad el Toro de Lidia. Y hoy ha estado presente en Cenicientos,
Luis Cordón en el blog toros en puntas.
Nota: leyendo esas líneas he recordados estas de F. Bleu:
"Factor principal de las fiestas de los toros: el toro. Lo demás es secundario. Con ganado bueno y toreros malos, hay corrida posible y hasta interesante; con los elementos invertidos, no la concibo"
Enlace crónica de Luis Cordón:
http://torosenpuntas.blogspot.com.es/2013/08/merece-la-pena-ser-aficionado.html?m=1
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