miércoles, agosto 14, 2013

El toreo es grandeza



La tarde se recordará con reverencia en la historia de esta plaza de Gijón. Dos toreros de verdad, Antonio Ferrera y Javier Castaño escribieron con sangre, con coraje, con torería y con un inmenso pundonor, una página de oro.
Ni la sangre de las dos cogidas que sufrieron en el tercer y cuarto toro, respectivamente, les amilanó y cuando nadie pensaba de que pudieran salir ya de la enfermería, aparecieron renqueantes y con los pantalones del valor, los de los monosabios, para rematar su histórica tarde y hacerla aún más memorable.
Por supuesto que la corrida de La Quinta, que derrochó casta e hizo honor a esa sangre de Santa Coloma, ha sido la perfecta colaboradora de quienes ante el toro bravo y fiero dieran una lección de la más genuina tauromaquia.
Carlos Ilián.
---
Por mucho que contemos, nada se acercará a la realidad descarnada de lo acontecido. La madera sangrante de los héroes, la desgarrada verdad de la Fiesta, la importancia del toro encastado de La Quinta y el torero entregado hasta la muerte. Pasará mucho tiempo y este martes y 13 de Gijón perdurará como todo lo que representa la Tauromaquia más allá del arte. Nos quedamos en nuestra filosofía de pétalos y rosas y no nos damos cuenta de que las raíces del toreo se nutren de la sangre de los toreros, de su capacidad sacrificial: en un segundo la gloria o la vida. Y la eternidad.
V. Zabala
--
los dos matadores han salido juntos de nuevo al ruedo tras ser atendidos en la enfermería de la plaza de El Bibio para dar muerte a los dos últimos toros. Ferrera, con una cornada de 15 centímetros en el muslo derecho que diseca el paquete vascular, no ha querido ser operado y ha regresado al albero con unos pantalones de monosabio; y Castaño, atendido de una cornada de 5 centímetros en la zona del periné, ha aparecido con otros pantalones azul mahón. Ninguno quiso salir a hombros: los dos lo hicieron andando por el centro del ruedo e invitaron al sobresaliente( Álvaro de la Calle)  a que les acompañara. Tras ello, Ferrera emprendió camino de la enfermería para ser intervenido y Castaño fue directo al hotel. El mayoral de la ganadería salió a saludar a petición del público
Aplausos
Fotos: Javier Arroyo para Aplausos

1 comentario: