Yo no puedo defender un espectàculo en donde un animal descastado, invàlido y , ademàs , afeitado es sometido a la burla de un pegapases, que tras "tropecientos" trapazos decide degollarlo ante la mirada de miles de personas.
Yo no puedo defender a los empresarios que organizan esos espectàculos, a los ganaduros que crian esos animales, a los periodistas sobrecogedores que venden ese espectàculo como si fuese una corrida de Toros, a los taurinillos ...por mi que les den por donde amargan los pepinos,( que dirìa Betialai).
Eso, lo que vemos dìa tras dìa, es una farsa indefendible. No ya ante los eurodiputados, sino ante nosotros mismos.
El cruento espectàculo de la corrida de Toros, exige, ante todo, Verdad(en mayusculas).
- Ya, pero estamos en el mismo barco. Aunque nos pese.
- ¡¡¡ Amotinemonos !!!
Nota: No dejèis de entrar en la pàgina de Betialai, su post "Traducciòn simultanea" hay que leerlo.
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