Don Manuel ¿que culpa tiene Milanés?

Primera de feria, primer petardo, se anunciaban toros de la Martelilla, bodega vía directa, y la corrida fue variada, unos fueron inválidos, otros descastados, y otros inválidos y descastados, el toro artista, versión ¡que emoción!. Casualidades del destino, por motivos laborales, se había terciado un viaje a Madrid para visitar VETECO, y me autoconvencí para tragarme el fiasco esperado, por aquello de ver a Salvador Cortés, triunfador en provincias, y que venía con buen cartel. Abellán y Antón Cortés, estan ya vistos, pero bueno, con lo mal que está el patio no son de lo peor.

Nos reunimos un grupo de amigos en la fila siete de la grada del seis, los hermanos José y Juan, Juanjo y un amigo, el Niño de Las Ventas, Javier y El Bibio, Pepe y su señora, Jandro y servidor, y nos tragamos aquello como buenamente pudimos, que horror, lo único bueno que podía tener aquello es que con la invalidez palpable de los justitos de presentación, en realidad eran impresentables pero por otros motivos, y con Milanés, de profesión sobrero, en segundo lugar, había lugar a la esperanza de ver a tan afamado toro, que volvió a quedarse con la miel en los labios, de lucir su estampa en la primera plaza del mundo, si llega vivo al lunes, permitanme que lo dude, cumplirá un año, de corral en corral, esperando su oportunidad. Pues nada, el presidente Don Manuel Muñoz, se negó y nos privó de nuestro derecho a ver a un toro integro, como poco el primero de la tarde y el cuarto, sobrero de la prestigiosa ganadería de Arucci, no confundir con ninguna marca de ropa, aunque lo parezca, decía que como poco esos dos y el devuelto segundo de la tarde, merecían la deshonra del pañuelo verde.

Como en cualquier otra plaza, se regalaron aplausos y ovaciones, sin ton ni son, especialmente injustificable, el aplauso en el arrastre al último descastado de la tarde, supongo que sería por que por fín se acabó, a mi me quedaban trescientos diez kilometros, todavía, pero bueno a la una pasé por delante de la ermita de San Isidro en Santa Amalia, y ya le dejé aviso al Santo, para que no me espere en la romería del lunes, que voy a ir a Madrid a ver que nos ha preparado D. Ricardo Gallardo.