martes, junio 28, 2011

Adolfo Martín. Toledo. 26 de Junio de 2011

Con ligero retraso sobre el horario previsto, mea culpa, nos encontramos Pedro y quien esto escribe en el Bar Marcelino, junto al Acueducto de los Milagros en Mérida, como habíamos quedado con Joaquín en Miajadas, tuvimos que abreviar el cafelito, y posponer para otro día, las migas que tan maravillosamente prepara Tomás, propietario del Bar Marcelino, que le debe el nombre a su padre Marcelino. Llegados a Toledo, tras atravesar una encrucijadas de Retondas (híbrido de Rotonda y Redonda, que debe ser un neologismo local) recogimos a Javier en la Estación de AVE de Toledo. Éramos una avanzadilla, los refuerzos venían por detrás desde Mérida, Ruecas y Colmenar, e incluso había una primera legión destacada ya en el lugar desde Almería dirigida por el Almirante Belenguer y las huestes mañas por Emilio.

Vimos una puerta de la plaza abierta, y procedimos a la primera escaramuza, allí nos encontramos con el empresario de la Plaza, Cipriano, este señor al que criticamos no hace mucho, y que en está ocasión obró muy bien, lo saludamos y nos indico por donde ir a ver los toros. Una vez llegados al Tontódromo de la Plaza de Toros de Toledo, uséase el Patio de Arrastre que cohabita con los corrales, saludamos al ganadero, al hijo del ganadero, al mayoral. El ambiente estaba cargado, banderilleros, responsables de toreros, empresa, ganaderos, autoridades todos. Como la policía no es tonta, y si ve colillas sabe que alguien ha fumado, rápidamente localizamos el problema, resulta que el representante de Iván Fandiño no quería uno de los toros, casualmente el que presentaba una mayor arboladura, claramente era un intento de ejercicio de poder, al fin y al cabo, Iván Fandiño se ha enfrentado a animales como ese, e incluso de apariencia mas terrorífica. Aquello después de unas cuantas voces más altas que otras, pues acabo con el toro entrando en el sorteo y tocándole al más modesto del cartel. Decir que la postura del otrora criticado Cipriano fue que ese toro entraba en liza.

Después de aquello, cometimos la reglamentaria comida oficial, de tal modo que a la hora de iniciarse el festejo, el día ya había merecido la pena, si ahora encima salen toros bravos, ya es la leche, y a fe que salieron, con sus matices eso sí. A servidor le pareció la corrida bien presentada, en tipo de la casa, poca caja y buenas defensas, a excepción del cuarto de mayor volumen, a mi humilde parecer en tipo Ybarra, y mayor peso, mientras sus hermanos pesaba en torno a los 460 kilos, este marcaba 575 en la tablilla.

No se puede hacer una valoración correcta de la suerte de varas cuando los toros fueron puestos en suerte en sólo una ocasión, a excepción del último, si bien todos acudieron raudos y empujaron.

El primer toro, encastado, humillaba y repetía con codicia, Javier Castaño no bajó la mano en ninguna ocasión, y el toro se fue sin torear. El segundo, con casta pero con las fuerzas justas, repetía y Fandiño le dio algún natural meritorio y poco más. El tercero salió con bríos y metiendo la carita, pero fue vilmente asesinado por el picador con la aquiescencia de su matador, Martín de Vidales, cambió su comportamiento y empezó a hacer cosas de manso, se paró literalmente y pegaba arreones, tuvo muerte de bravo, con lo cual a mi no me queda la seguridad de que fuera manso, sino que el toro quedó destrozado, y pasó a defenderse. El cuarto fue un bombón para el torero, a mi parecer con nobleza por exceso, con la casta justa, Javier Castaño tampoco bajó la mano y se limitó a dar circulares invertidos sin ton ni son. El quinto otro tanto, muy noble, pero con las fuerzas más justitas, Fandiño estuvo bien pero sin mucho fondo. El sexto, motivo de la polémica matutina, fue ovacionado de salida, y fue el más encastado de la corrida, si bien hizo el feo de querer saltar al callejón, luego repetía y repetía con la cara por los suelos, Vidales estuvo voluntarioso pero superado por el toro.

El banderillero David Adalid fue cogido por el primero, y llevaba herida de sangre en el gemelo izquierdo, le deseamos una pronta recuperación.

Vimos salir a Fandiño a hombros entre la indiferencia de los espectadores que abandonaban la plaza, recogimos el petate y a las dos de la madrugada llegamos a casa, con la satisfacción de haber pasado entre amigos un día de Toros, para pasar raudos a poner el cuerpo en posición horizontal hasta el día siguiente que era laborable.

Cómo esto lo he escrito muy deprisa tiene que estar lleno de errores, imprecisiones y lamentables olvidos, disculpenme por ello.


3 comentarios:

  1. como escribía Barquerito: En el toro de Albaserrada el salto de barrera no es indicio de mansedumbre
    P.D: Sentí no haber podido ir a Toledo

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  2. Sin entrar a valorar a los toreros, creo que la corrida fue una buena corrida de Toros. En general una corrida brava, de las que no se han visto en S. Isidro (poquísimos toros hemos visto en Madrid empujar con fijeza debajo del peto), esta si, esta empujó sin volver la cara. En la muleta hubo de todo, toros nobles, otros no tanto, pero el denominador común fue la Casta y en definitiva eso es lo que fuimos a buscar a Toledo. Lo encontramos y no es lo de menos, cada vez es más difícil encontrarlo.
    Enhorabuena Adolfo, el largo viaje desde Zaragoza mereció la pena.
    Saludos, Jaramago

    PD: El sexto toro importantísimo e inédito en manos de Martín de Vidales que, por otra parte, demasiado hizo con salir ileso. Tardaremos días en ver otro toro parecido

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  3. Corrida importante, eso si con un poco más de picante y fuerza en algunos toros ¡bingo!, pero creo que esta ganadería está en la senda de recuperar el lugar que se ganó a pulso y los aficiondos le reconocimos, y logicamente le demandamos, el de la casta, la fuerza, la bravura y la humillación... enorme toro Comadrón nº 69, que el apoderado de Fandiño, de forma y modos impresentables quiso imponer como sobrero, en un pulso que por suerte ganaron ganadero, empresario y aficionados, dijeron "NO" ("GRACIAS") y salió de titular, la pena es que en el sorteo no le tocara a ese triunfador de Madrid, que va intentando estos "faralaes" en plazas de inferior categoría, perdiendo lo que quien quiere aspirar a estar arriba debe demostrar en el día a día y por desgracia le tocó a un chaval, Martin de Vidales, con ganas pero con poco bagaje, con valor y sin el oficio necesario cuando sale el toro, que bastante hizo con salir por sus pies, pero me cabrea que ese pedazo toro por sus atributos y lo que le dejaron demostrar se nos fuera al desolladero con casi todo dentro después de lo que apuntó y vimos,y casi consiguen robarnoslo, ¡pandilla!la mafia a vuestro lado son angelitos de la caridad...ya está bien, lo que hay cuando se contrata y el que debe mandar es quien los cría y quien los compra, pensando en quien pas por taquilla... y si no os vais de excursión al circo con vuestros niños...¡enhorabuena ganadero y mayoral!...Hay toreros que dicen que los toros no les dejan expresarse, tiene guasa la cosa, y digo yo que ¿quien defiende a ese toro al que le tocó un indocumentado de turno que no le dejó expresar su casta y su bravura?
    Pgmacias

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